Atentos a lo que dijo Jaime Mayor Oreja

Jaime Mayor Oreja.
Jaime Mayor Oreja.

Da la impresión de que lo que se dijo en el pasado Congreso Católicos y Vida Pública ha quedado muy pronto en el olvido. Quizá la información sobre ese encuentro fue menor que en otras ocasiones.

En esta web ya se ha hecho referencia, por cierto, a otra de las intervenciones más sugestivas del Congreso, la del filósofo Juan Arana.

Una ponencia de la que habría que hablar mucho sobre todo en lo que dice de un mundo, o tiempo, posclerical. Un mundo o un tiempo al que me gustaría haber llegado.

Por eso voy a retomar una de las intervenciones que me parecieron también más interesantes, y novedosas dentro de su pensamiento, la de Jaime Mayor Oreja.

Digo que novedosas porque si hay una persona que está trabajando a fondo para frenar el dislate antropológico y social en España es quien fuera Ministro del Interior. Con hechos y con palabras.

Un trabajo incansable a través de su iniciativa NEOS. Una especie de gota a gota que permiten que ni las mentes, ni las acciones a favor del bien común se resequen.

Tres cuestiones destaco de su intervención inaugural en el citado Congreso que tienen que ver con el clima mental o psicológico de hoy.

Y lo voy a hacer literalmente para que disfruten los lectores.

Primera:

 

“Nuestra crisis hoy no es de supervivencia, sino de comodidad. Nos hemos hecho esencialmente cómodos. Huimos de la verdad como de la peste. Preferimos una mentira cómoda, esto es, que acrecienta nuestra comodidad, que una verdad incómoda que le perturba. Preferimos auto engañarnos, hacerse trampas al solitario, no aceptar por ejemplo la derrota por goleada que sufrimos en el ámbito cultural, quienes compartimos unas convicciones”.

Segunda:

“Hay dos errores que nos debemos cometer. En primer lugar, la reducción de la fe al ámbito privado, porque constituye un suicidio, no solo para nosotros, sino para el conjunto de la sociedad, que te conduce a la incomparecencia cultural en el ámbito público. La fe no se impone, pero no se esconde. Los que hemos vivido un tiempo prolongado, gracias a Dios, sabemos que lo único sólido que te queda en la vida es la fe, la familia”.

Tercera:

“El segundo error, es pensar que, ante la fuerza de una moda dominante, lo que tenemos que hacer es adaptarnos, resignarnos, como si la opinión publicada tuviese razón, casi transformándola en una fuente de revelación de nuestra doctrina y posición.

Lo nuevo, no siempre es bueno. Es verdad, el título del libro de Fabrice Hadjad, “La suerte de haber nacido en nuestro tiempo”, pero también es verdad lo que dice en su interior, al señalar que la crisis es tan profunda, que lo más difícil hoy es defender lo obvio.

Hay que saber discernir entre lo que, siendo nuevo, es bueno y lo que, siendo nuevo, es un error, una mentira, algo malo. Hay que saber alejarse y huir del miedo reverencial a la fuerza brutal de una moda dominante”.

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