Tareas del Bicentenario de la América hispana

Hemos resistido por la fuerza que tiene la organización comunitaria, sobre todo la familia, la madre como centro de la familia, la religión tradicional, las imágenes religiosas". Añadía a renglón seguido: "Creo que la Virgen de Guadalupe ha sido mucho más antiimperialista que todos los discursos de los políticos del país. Es decir, las formas tradicionales de vida han preservado, en cierto modo, el ser de la América Latina".

Con motivo de la Santa Misa que Benedicto XVI presidió en San Pedro, el lunes pasado, en la fiesta de la Virgen de Guadalupe, inmersos como estamos en las celebraciones del bicentenario de la independencia de los países latinoamericanos, es una buena oportunidad para preguntarnos, quizá con un barniz de sospecha, sobre si la Iglesia en España ha abandonado, en los últimos años, a la Iglesia en Iberoamérica. Una pregunta tan genérica, o tan general, –y toda generalización es injusta con la realidad-, que puede ayudarnos a un nuevo movimiento de conciencia sobre la responsabilidad que la Iglesia en España ha tenido, y tiene, en la compañía de los pueblos que José Martí definiría como "la otra España". A la misa del Papa asistió el arzobispo de Sevilla. Pero, al menos hasta el presente, no han proliferado los actos, los textos, las presencias, de esta conmemoración, en las diócesis españolas, o en lo hecho y lo dicho en la Conferencia Episcopal. Y esto no tiene nada que ver con la, más nos vale, inexistente Comisión Nacional para la Conmemoración de los Bicentenarios de la Independencia de las Repúblicas Iberoamericanas, del gobierno español, cuyo embajador plenipotenciario es Felipe González.

No ocurre así con el ámbito académico o bibliográfico. Días pasados se presentó en Madrid el libro "Política y religión en la independencia de la América hispana", coordinado por los profesores Joseph-Ignasi Sarayana y Juan Bosco Amores Carredano. Un texto, editado por la BAC, que es fruto de un Simposio internacional celebrado en la Universidad de Navarra, en octubre del 2010 con el patrocinio de la Pontificia Comisión para América Latina. En este imprescindible trabajo se incide uno de los aspectos más interesantes de los actuales debates historiográficos: la cuestión religiosa en la independencia de la América hispana. También debemos recordar la edición del breve trabajo de Guzmán Carriquiry sobre el Bicentenario de la independencia, en la editorial Encuentro, con un magnífico prólogo del cardenal Bergoglio.

Este cardenal jesuita pronunció en días pasados una homilía en la catedral bonaerense en la que afirmó que "hoy, lo que menos valor tiene en América Latina es la vida", y se vive una "cultura del descarte de todo lo que no es funcional". Motivo suficiente para que la Iglesia en España no se olvide de la Iglesia en la América hispana.

José Francisco Serrano Oceja

jfsoc@ono.com

 
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