Ecología también eclesial

El recoleto salón de actos de la COPE puso el cartel de “No hay entradas”. Con la justa publicidad se había anunciado la presentación de un libro comentario a la Encíclica del Papa Laudatio Si´. La clave, los presentadores y, también, algunos autores del comentario.

El maestro de ceremonias, el periodista José Luis Restán, en su nombre y en el del Presidente de la COPE, Fernando Giménez Barriocanal, abrió el turno de una mesa de lujo, que era algo más que una mesa: tribuna de quienes han protagonizado, en gran medida, la intrahistoria y la historia de la Iglesia en España.

Primero, monseñor Fernando Chica Arellano, coordinador del volumen, junto con el director de la BAC, Carlos Granados. Don Fernando ha sido, durante no pocos años, el responsable de la sección de la Secretaría de Estado vaticana encargada de las cosas de España. Por sus manos han pasado papeles y planes con nombres y hombres, con obras y con proyectos.

Le acompañaban el arzobispo de Barcelona, monseñor Juan José Omella, presente, y, en no menor medida, también para la Conferencia Episcopal y sus cargos más relevantes futuros. Y el arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, que sabe de ecología eclesial.

Lo que se dijo en esa presentación está en la clave de la relación entre ecología natural y ecología humana, es decir, centrar la crisis del medioambiente en el corazón del hombre.

Como diría el teólogo de Lovaina A. Gesché, “para que un proyecto humano –en este caso la salvaguarda y la integridad de la creación- se desarrolle y tenga éxito, no basta que esté guiado por una voluntad política, ecológica, económica o incluso moral. Es preciso que, río arriba, esté fundamentado en el plano filosófico y metafísico; para nosotros en el plano teológico”.

El cardenal Ricardo Blázquez, en el prólogo del libro que se presentaba, destaca las colaboraciones del cardenal Peter K. A. Turkson, Presidente del Pontificio Consejo “Justicia y Paz”, la del cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; la del Cardenal Jean-Louis Tauran, Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, y la del Cardenal Beniamino Stella, Prefecto de la Congregación para el Clero.

“Todas ellas nos ayudan a descubrir la frescura y la novedad de esta Encíclica y nos animan a leerla y meditarla como una llamada a la esperanza”, apunta el Presidente de la Conferencia Episcopal.  

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato