Cuestiones sobre el Islam

Proliferan, en los últimos meses, los artículos, ensayos, trabajos de variada índole, sobre dos cuestiones que están en el centro de la preocupación global: la relación entre Islam y terrorismo, y entre pobreza y terrorismo.

Respecto a la primera cuestión, Sami El Mushtawi, director del Centro Cultural Islámico de Madrid, acaba de hacer público un comunicado en el que señala que “los terroristas nos ven a todos como individuos sin fe y por ser así, este mundo merece la aniquilación total. Toda la gente según los terroristas es, reiteramos, infiel”.

Por más que se quiera que la ciudadanía comprenda que no todos los que siguen al Islam son terroristas, cada vez es más difícil por el hecho de que si por algo se caracterizan a sí mismos los terroristas es que se confiesan seguidores puros del Islam.

Este responsable cultural del Centro Islámico de Madrid insiste en que “es hora de desvincular el Islam del terrorismo, a pesar de que quienes lo practican llevan nombres propios de los musulmanes. El mundo entero está sufriendo, por lo que la confrontación al terrorismo debe ser integral. Todos estamos en el mismo barco, y es una necesidad unificar criterios para enfrenta al enemigo que tenemos y, también, tememos todos”.

La otra problemática es la relación entre pobreza y terrorismo. Es decir, si la pobreza es la causa principal de que existan terroristas hoy, máxime en territorios islámicos. Apunto la tesis de que la causa principal del terrorismo es la ideología nihilista. Y que la insistencia sobre la pobreza es menos científica de lo que parece.

Según nos ha recodado el ensayista Jorge Soley, en un reciente artículo de prensa, Alan Krueger, economista izquierdista, profesor en Princeton y consultor del presidente Obama, en el libro “What makes a terrorist”, llega a la conclusión de que no solamente el terrorismo no está presente de manera mayoritaria en los países caracterizados por un bajo PIB per capita”sino que “los terroristas proceden de las filas de las personas más instruidas en mucha mayor proporción que de las masas ignorantes y no escolarizadas.

Alberto Abadie, economista en Harvard, en su estudio “Poverty, Political Freedom, and the Roots of Terrorism”, un análisis empírico del  terrorismo internacional que demuestra que “el riesgo de terrorismo no es más elevado en los países pobres y que no existe ninguna correlación significativa entre terrorismo y variables económicas como la renta”. Trabajos a los que habría que añadir, entre otros, el de Claude Berrebi, sobre la relación entre pobreza y terrorismo en Palestina; o el de Alan Kruger y Jitka Maleãková. 

Hay que tener mucho cuidado con los economistas y pensadores sociales de quienes, de forma irreverente, se dice que son “el Jesucristo de España”. 


 
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato