La Compañía de Jesús
Son muchos los aspectos que se pueden abordar de este protagonismo social, público, de la Compañía de Jesús. Pese a que, al menos en las biografías que hasta hora tenemos del Papa, su pertenencia a la Compañía no se haya tratado aún en profundidad, es evidente que esta elección va a suponer un bien para esta benemérita congregación religiosa, para sus miembros y para todos aquellos que se nutren, en su vida cristiana, del espíritu de san Ignacio de Loyola.
El día de la elección del Papa no pasó inadvertido el hecho de que una de las personas que, en España, mejor conocen al Papa Francisco, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ., en la rueda de prensa nada más ser elegido el cardenal Bergoglio, destacara algunos perfiles del nuevo Pontífice íntimamente relacionados con la espiritualidad ignaciana y el método de los Ejercicios Espirituales.
No hay más que leer la edición que la BAC se ha apresurado a hacer de los Ejercicios Espirituales que el entonces cardenal de Buenos Aires impartiera a los obispos españoles para percibir esa íntima conexión entre la espiritualidad del nuevo Papa y su forma de pensar, de hablar, y de actuar.
A la hora de afrontar este protagonismo de la Compañía, en beneficio de toda la Iglesia, ha sido especialmente interesante el análisis que el P. Urbano Valero SJ. hiciera en una columna del diario madrileño ABC, en la que hablaba de la centralidad de la primacía de Dios en la vida y en la historia.
A la espera del anunciado original texto editorial del próximo número de la revista "Razón y fe" sobre la elección del nuevo Papa, habrá que seguir muy de cerca la renovada fecundidad de la Compañía de Jesús en los diversos lugares del mundo. Mientras, no está de más releer algunos clásicos de esta historia de servicio a la Iglesia. Propongo la reedición reciente de las "Historias de la Contrarreforma" de Pedro de Ribadeneyra, SJ.
José Francisco Serrano Ocejajfsoc@ono.com
