Semana Santa 2023

The Mystery Man.
The Mystery Man.

No se trata de una oferta de vacaciones sino de disponerse a recibir con más fe los dones que la Iglesia, pues en cualquier lugar los fieles podemos recogernos y entrar sin prisas a lo esencial de la vida cristiana: Jesús en la Eucaristía, Jesús en la Cruz, Jesús Resucitado en la gloria.

Hay muchos modos de vivir la Semana Santa siendo el mejor de ellos la participación activa en la Liturgia de estos días como los más importantes del año. Las ceremonias, los templos y las calles vibran al unísono con la fe encarnada en los actos e imágenes de la gran historia de la Salvación.

El Hombre

The mistery man es el título de la exposición sobre el hombre de la Sábana santa o Síndone en la que han quedado marcadas más que a fuego las señales de la Pasión de Jesucristo.

Primero en la catedral de Salamanca y ahora en la de Guadix, en Granada, se puede ver una imagen super real de ese Hombre al que todos mirarán, según vaticinaban las profecías y que Pilatos presentó a la chusma vociferante después de someterle a la tortura de la flagelación: He aquí al Hombre pues, aún sin pretenderlo, confirmaba aquel vaticinio (Juan 19,6; Zacarías 12,10).

El escultor ha seguido fielmente los rastros de la flagelación y los golpes infligidos al Hombre Misterioso con una fidelidad que conmueve e impacta por el realismo tremendo con la Pasión de Jesús. El espectador ve un cuerpo cubierto en su totalidad por los golpes, las llagas en las manos y en los pies, y la herida abierta en el costado, también en la nariz y aun en el cabello apelmazado por la sangre de la corona de espinas. La exposición ofrece presentaciones con medios audiovisuales que complementan la percepción de los visitantes.

La catedral de Guadix ofrece también la imagen de la Madre con el Hijo bajado de la cruz y acogido en su regazo, la Pietá en forma de una reproducción exacta de la magna obra de Miguel Ángel. Esta reproducción está considerada como la más exacta del mundo fruto de muchos trabajos y restauraciones, en mármol de Carrara como el original, hasta el punto de que podrían confundirse al estar juntas. Además se proyectan colores sobre esta Virgen dolorosa en la túnica, el manto, y el velo.

Las calles

Las procesiones en esta Semana Santa que, desde el Domingo de Ramos recorren las calles de las ciudades y poblaciones, portadas por los cofrades con un balanceo cuidado en particular para cada paso, contribuyen a vivir con profundidad la semana más importante del año.

 

Las imágenes propias de cada cofradía muestran el arte de los grandes escultores como Gregorio Fernández, Juan de Juni, Salzillo o Salvador Carmona, entre otros, llevan a las calles la meditación sobre los padecimientos del Salvador y complementan las ceremonias litúrgicas del Jueves Santo, el Viernes Santo, la Vigilia Pascual, y el Domingo de Resurrección, el domingo de los domingos.

Entre tantas imágenes de Jesucristo yacente destacan las de Gregorio Fernández, como la del Cristo del Pardo, en Madrid, en la vemos el cuerpo muerto de Jesús y se entiende mejor el Ofrecimiento de su vida para la salvación del mundo. Es otro realismo el que en ella impera, a diferencia de esa reproducción de la Síndone,  pues se han reducido al mínimo las huellas de la flagelación para expresar la pz del Cuerpo entregado por Amor que estuvo unas horas antes en la Cruz. Este Cristo del Pardo es venerado en una capilla especial sin otros elementos que pudieran distraer, está en una urna digna del Cuerpo del Crucificado, hay silencio y penumbra que facilitan la oración. Es un pedazo de cielo en la dura tierra que hacemos los hombres.

Los templos

La liturgia católica y la piedad popular no se detiene en el Viernes Santo puesto que queda arropado por el Jueves Santo en que celebramos también el misterio de ese Dios-Hombre que se entrega en la Misa y permanece en la Eucaristía como alimento de los creyentes que peregrinan en la Iglesia con la esperanza del Cielo. Se suceden las horas de adoración por parte de los fieles a Jesús Sacramentado expuesto los monumentos de los templos y catedrales que parecen rivalizar en el primor en homenaje a Jesucristo y comunica la fe encarnada en su Presencia real entre nosotros. Y después del silencio del Sábado la Iglesia celebra en la noche la Vigilia Pascual con la impaciencia de estrenar la Resurrección del Señor. No se trata tan solo de un recuerdo agradecido sino de revivir en el misterio de la Liturgia los mismos hechos de la historia de la Salvación.

Desde entonces el Alleluia, alabad a Yahvé, es el saludo y contraseña de la Iglesia durante el Tiempo Pascual, con la alegría de quienes comprueban que Dios no abandona a los hombres y llena de esperanza nuestros trabajos en la tierra para extender el Reino de Dios, que aclamaban aquellas gentes en el Domingo de Ramos sin saber en realidad todo lo que implica la Alianza Santa de Dios con los hombres de todo tiempo y lugar.

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