Los gazapos proliferan
Del dicho al hecho hay un gran trecho, dice el refrán popular, y así se comprueba en las promesas electorales que se hacen para seducir a los votantes pero no para cumplirlas.
El relato sobre la pandemia
También lo podríamos invertir diciendo que entre el hecho y el dicho hay un entredicho, es decir una sospecha, referida a la manipulación del poder político sobre el covid-19: muchos gobiernos, especialmente el de España, no gestionan bien la pandemia (el hecho) pero nos cuentan su relato de lo bien que lo han hecho (el dicho). Y sus apoyos mediáticos quieren que los ciudadanos presten al relato un asentimiento cuasi religioso.
Crece el número y calidad de los expertos que advierten acerca de la manipulación a que estamos sometidos sin darnos cuenta. Todo esto tiene graves consecuencias en las libertades principales como: libertad religiosa, libertad de educación, libertad de expresión, libertad de información, o libertad de elección. La primera condición para superar la manipulación es conocerla y desarrollar el pensamiento crítico.
La Gran Manipulación
Se ha publicado un libro de Jano García titulado «La Gran Manipulación» que tiene ya una notable acogida. Se ciñe al caso paradigmático de la gestión de la pandemia mostrando cómo la desinformación ha convertido a España en estos meses en el paraíso del coronavirus. Muestra cómo la televisión, unida al fenómeno de las redes sociales y las masas de acoso, han configurado un tridente mortífero contra la verdad[1].
Es sabido que el 70% de la población ve cada día casi cuatro horas de televisión, que es utilizada por el poder político para influir fuertemente en la población, sobre todo desde la televisión estatal. Este libro repasa las informaciones día por día desde el 22 de enero al 8 de marzo, y después, mostrando cómo se ocultó información bajo la consigna de no alarmar.
Desde TVE, el médico Fernando Simón ha sido el gran comunicador encargado de adormecer a los televidentes durante toda la pandemia, insistiendo durante semanas en que el coronavirus era como una gripe y que no había que tomar demasiadas precauciones. El autor de esta obra muestra ejemplos de manipulación a cargo de dos programas, uno se titula «Maldito bulo» en la Sexta, y otro «Al rojo vivo», a cargo de Antonio García Ferreras, para desinhibir los miedos de la población, a fin de que las manifestaciones al 8-M fueran un éxito: 600 mil en España y 160 mil en Madrid.
Una parte de las mujeres importantes que estaban en la cabecera se infectaron del virus y se ocultaron durante semanas mientras eran tratadas de la infección. Los datos recogidos muestran que tanto los contagios como los muertos en España crecieron mucho: el 8-M se confirmaron 587 casos y 10 muertos; dos días después se multiplicaron por tres; y al día siguiente por cuatro, la mitad en Madrid; y para no cansar, dos días después llegaron a 2968 contagiados y 84 muertos.
Las redes sociales y masas de acoso están muy activas en este periodo de la pandemia. En enero de 2018 se fundó la empresa Newtral por la periodista Ana Pastor, esposa de Antonio García Ferreras, conductor de «Al rojo vivo» antes mencionado. Al año siguiente Facebook decidió recurrir a esa empresa para estar al frente del control de contenido en las plataformas, Instagram y WhatsApp. Hay que tener en cuenta que los usuarios son mayoritariamente jóvenes pues los mayores de 55 años sólo son el 9%, y en YouTube, el 7%. En estas plataformas actúan miles de trolls encargados de amedrentar a quienes se apartan de la línea marcada por el Gobierno.
Se puede pensar que este libro no es objetivo, sin embargo muchos expertos coinciden con ese análisis. Por ejemplo, la Universidad de Cambridge ha publicado un informe sobre la gestión del Covid en el mundo, y España aparece como el país que peor lo ha gestionado. Ahora un grupo de veinte expertos españoles en salud pública solicitan, en la revista The Lancet, una comisión de médicos independientes para evaluar la gestión del coronavirus en España. Y según datos de la Universidad Johns Hopkins, comparando cifras con Italia -el primer Estado europeo en el que aterrizó la pandemia-, España ha registrado en el último mes ocho veces más contagios que Italia, según recoge el periodista José Apezarena en Confidencial Digital.
Nuevas palabras
Los ideólogos de la manipulación simplifican el lenguaje y el mensaje, para que el receptor no haga esfuerzo ni reflexione. También para impulsar el miedo a disentir de la supuesta mayoría o de la supuesta autoridad del Estado, es una de las recetas para controlar a la población. Así se han ganado elecciones hace poco, se han introducido ideologías de género, o se ha marcado a los disidentes.
Algunos ejemplos recientes son: positivos en vez de infectados, para tranquilizar; coronahisteria para desprestigiar a las voces críticas; contención para sugerir que el virus está dominado; desescalada sin mostrar las razones de los cambios; nueva normalidad para presentarse como triunfadores que reparten esperanzas; consenso progresista para anular toda oposición o comité de expertos vacío de personas y de contenido, para ocultar los datos reales. Desde hace tiempo hay otros muchos ejemplos pero cada uno tiene que descubrirlo. El goteo de muertos siembre a la muy baja, y la ausencia de imágenes han sido un modo de mantener a la población en el limbo.
Jano García considera que avanza un intento de establecer un nuevo modelo de país, perjudicar a la clase media y asfixiarla económicamente, porque las historias de todas las grandes manipulaciones tienen contenido revolucionario. El remedio es complejo pero necesita que la población regrese al sentido común, y se decida a rechazar la mentira de las prácticas personales y políticas, además de que seleccione bien sus canales de información. Es tarea de todos y a todos los niveles.
[1] Jano García, La Gran Manipulación. La esfera de los libros. Madrid, 2020, 2ª ed. 223 págs.