Reformar la ley del aborto

En España y al amparo de la ley del aborto se han realizado en el último año 118.359 abortos, la mayoría por simple "decisión" de la mujer. Urge cambiar esa ley. Hace bien el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en evitar abrir más frentes para centrarse en salir de la crisis económica. Por ello renuncia a reformar el derecho a la huelga, y no quiere tocar ahora la Constitución en medio de la marea soberanista o independentista catalana y vasca. Paciencia pues.

Sin embargo, no podemos tener paciencia ante la ley del aborto, el mayor atentado social contra la vida, mucho más que el terrorismo, aunque sea más silencioso. Cada vez es más patente que el aborto es inhumano y no podemos cerrar los ojos o mirar para otro lado, pues nada es más urgente que defender la vida. También es contrario a toda ética y contradictorio respecto al juramento hipocrático de los profesionales de la sanidad. Además el aborto no puede ser proclamado como un derecho de la mujer, tapadera hipócrita con el que se les engaña a muchas; después su vida rota entra en la depresión y el fracaso personal y familiar. No se salva ni una por duro que resulte decirlo a nuestros oídos.

El Instituto de Política Familiar alerta en su informe titulado "El aborto en España 1985-2011" sobre las interrupciones de embarazo en España que han aumentado un 70 por ciento en los últimos diez años y un 182,41 por ciento desde 1991.

Este Instituto, ignorado y temido a la vez por los gobiernos, revela que desde 1985 se han producido 1,6 millones de abortos, y que en 2011 fueron 118.359 bortos. Resulta que en el año pasado se produjeron 590.358 embarazos, de los cuales 471.999 fueron nacimientos y el resto, esos 118 mil, fueron abortos: un 20,05 por ciento. Por tanto sabemos que uno de cada cinco embarazos en España ha terminado en aborto.

Los datos no conmueven aunque muestran mejor la realidad real que una película sentimental. Esas cifran señalan algo horroroso y por ello es urgente y sobre todo importante cambiarla cuanto antes. No todos los indignados estamos en la Puerta del Sol, sino en cada hogar, en las oficinas, en los trabajos, en los bares, en los transportes. El silencio exterior sin algaradas no indica pasividad sino sentido de la prudencia y confianza en la justicia de los gobernantes elegidos democráticamente. Pero la verdad es que no hay sociedad humana que pueda soportar por mucho tiempo semejante sangría. Por eso Rajoy debería ser más realista y cambiar ya la ley del aborto. Lo pedimos millones de ciudadanos por humanidad y por coherencia del Partido Popular. No despilfarre más votos.

jesus.ortiz05@gmail.com

 
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato