Pedro Sánchez y la libertad religiosa

Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez.

Como muy bien saben nuestros lectores, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha cambiado de un plumazo, y en tiempo de descuento, la Comisión Asesora de Libertad religiosa del Ministerio de Justicia. Lo ha hecho siguiendo la doctrina de los “viernes sociales”. Es decir, en funciones de hecho y para dejarles una herencia compleja a los que vengan después, sobre todo sin son los del centro-derecha.

Es cierto que la Iglesia Católica, que ha movido el banquillo de sus miembros después de que algunos de ellos, como Silverio Nieto, llevara 19 años en esa Comisión, tiene otros cauces de su relación con el gobierno a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y las Comisiones Mixtas. 

Pero esta Comisión Asesora es clave para gestionar la diversidad y el pluralismo religioso en España. Por ejemplo, en los últimos años se estaba preparando un informe sobre las legislaciones LGTBI, a petición de los Evangélicos, con el apoyo de judíos y las Comunidades islámicas. ¿Seguirán ahora por esa línea?

Parece que los derroteros serán otros por los miembros de libre designación que se acaban de designar. Nos centramos en las ideas expuestas para reconocer las tendencias que se van a imponer. Debate de ideas, pues, no sobre personas, sus vínculos, relaciones...

Por ejemplo, de entre los nuevos miembros está el profesor de Historia de las Religiones de la Universidad de La Laguna, Francisco Díez de Velasco, quien en su reciente trabajo “Diversidad, pluralismo y cambio religioso en España desde 1967”, a propósito de las tareas pendientes de igualación de las religiones en España, señala:

“(El) juego del futuro será tender, por tanto, a la igualdad con lo que han alcanzado los católicos, asunto no resuelto hasta hoy y que se puede pensar de distintas formas: o aproximando la cooperación respecto a los demás grupos religiosos con lo conseguido en los acuerdos con el Vaticano, o rebajando dichos acuerdos para igualar a los católicos con el resto o, en la opción más radical, renunciando completamente a la cooperación con todos los grupos religiosos y optando por una separación religión-Estado de carácter no cooperativo”.

¿Está claro?

 
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