A vueltas con la ideología de género

La cuestión se ha vuelto a abrir con toda claridad, si es que alguna vez ha estado cerrada.

La llamada “ideología de género” que tantos gobiernos europeos y tantas autonomías de nuestro país, pretenden imponer por la “dictadura de la ley” -que en no pocas ocasiones es la peor dictadura que puede existir- ha vuelto a las primeras páginas de no pocos periódicos. Y ha vuelto a aparecer aunque alguna prensa haya soslayado lo sucedido.

Aparte del arrebato “legal” de la Comunidad de Madrid contra un colegio católico, están las palabras del Papa Francisco que ha vuelto con claridad sobre la cuestión.

Ya en la tantas veces comentada “Amoris laetitia” señaló que uno de los grandes desafíos contra el amor y la familia, era precisamente la ideología de género:

“Otro desafío surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada gender, que “niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencia de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer” (Amoris laetitia, n. 56).

“Una cosa es comprender la fragilidad humana o la complejidad de la vida, y otra cosa es aceptar ideologías que pretenden partir en dos los aspectos inseparables de la realidad. No caigamos en el pecado de pretender sustituir al Creador. Somos creaturas, no somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe ser recibido como don. Al mismo tiempo somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido creada” (Ibid).

“Algo huele a podrido en Dinamarca” leemos en el Hamlet. No parece difícil ni exagerado añadir que “hoy huele a podrido en muchos países de Europa, y en no pocas Comunidades autónomas de nuestro país”.

¿Por qué esa insistencia en desplazar al Creador? ¿Por qué esa insistencia para tratar de convencer al hombre de que “no es hombre” y a la mujer, de que no es “mujer”?

El Papa no cesa de querer poner al Creador en su sitio, y al hombre en el lugar que le corresponde en la creación. Al hombre y a la mujer, y que después cada uno desarrolle todas las facultades, cualidades, biológicas, intelectuales, afectivas, etc., en servicio de los demás, y para el bien de todos, que es el mejor camino para ser verdaderamente feliz.

 

“Hay muchas colonizaciones ideológicas –recordó a los obispos de Polonia-. Una de ella, y lo digo con nombre y apellido, es la “ideología de género”. Hoy a los niños -¡a los niños!- se enseña en las escuelas que el sexo lo puede escoger cada uno. Son las colonizaciones ideológicas, sostenidas también por países muy influyentes. Y esto es terrible. Hablando con Papa Benedicto, que está bien y tiene una buena claridad de pensamiento, me decía: “Santidad, ésta la época del pecado contra Dios Creador”.

Es inteligente. Dios ha creado al hombre y a la mujer. Dios ha creado el mundo así, así, así..., y nosotros estamos haciendo lo contrario”.

Y el último toque de atención, la noticia que ha hecho saltar la chispa, no proviene del mismo Papa, sino de la ministra de educación francesa, que ha acusado al Papa de decir palabras “ligeras e infundadas”, y de que lo que se trata con esas imposiciones escolares es no “jerarquizar” entre un “género y otro”; porque al menos es consciente de que los “géneros” pueden tender al infinito.

Y acaba su declaración señalando que no esperaba que el Papa se dejase “embarcar” por los “integristas”.

El Papa ha hablado muy claro quejándose una y otra vez de esos “manuales” que pretenden desorientar y deshacer la mente natural de los niños.

Europa se está jugando mucho más de lo pueda pensarse. Sobre una “ideología de género” no se construye ninguna civilización, ni cultura.

ernesto.julia@gmail.com


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