El clamor de los Mártires

Asia Bibi.
Asia Bibi

“Nunca había habido, desde la época de las catacumbas, un intento tan masivo, organizado e impune de acabar con comunidades cristianes enteras, y lo más grave es que los represores están consiguiendo un éxito preocupante. Lo dijo el mismo papa Francisco en una entrevista concedida a La Vanguardia en verano de 2014: “Estoy convencido de que la persecución contra los cristianos hoy es más fuerte que en los primeros siglos de la Iglesia…”. Y los hechos corroboran la convicción del Santo Padre”

Pilar Rahola, en su libro “S.O.S. cristianos”, nos ofrece un panorama detallado de las persecuciones contra los cristianos –y muy especialmente contra los cristianos católicos- que tienen lugar en todo el mundo. Pilar quiere alzar la voz contra esta barbarie y a la vez subrayar el silencio con el que buena parte de ese mundo acoge estas noticias, y las pasa por alto.

“Se genera, pues, el triángulo del horror: allí donde la violencia impera, son asesinados; allí donde reinan los tiranos, son reprimidos y segregados; y allí donde imperan las libertades, son menospreciados” (pag. 23).

La situación de la paquistaní Asia Bibi es un ejemplo patente de esta situación.  Y yo me pregunto: ¿Por qué esas persecuciones; por qué esos martirios?

¿Qué delitos cometen los cristianos? ¿qué barbaridades hacen los mártires, para que los poderes políticos de tantos países - y no solo islámicos- reaccionen de esa manera?

Herodes tiene muchos seguidores en este mundo post-moderno, post-humano, progresista; o como se le quiera llamar. Y los tiene por la misma razón que le movió a él para intentar acabar con la presencia del “rey de Israel”, de Jesucristo, el Hijo de Dios, el Mesías, en la tierra.

Cristo será perseguido en los que creemos en Él, hasta el fin de los siglos.  Será crucificado, de modo diferente, pero siempre en la misma Cruz redentora del pecado y de la muerte, en la que Él agonizó en el Calvario.

Da toda la impresión, es un parecer, que los tiranos, los poderes violentos, los “ideólogos de turno”, los manipuladores de las leyes, no quieren jamás aceptar que siga en la tierra, en la Iglesia, la Persona que ha dicho Quien es, y Que es: “el Hijo de Dios hecho hombre”; y “el Camino, la Verdad, la Vida”.

Él que nos trasmitió el Amor de Dios Creador y Padre; Él que nos manifestó la maldad del Pecado, y el Amor Misericordioso de Dios Hijo, clavado en la Cruz; Él que nos abrió la Vida Eterna con su Resurrección. Y nos invitó a reconocer nuestros pecados, a arrepentirnos, a pedirle perdón, y a vivir en Él en la Vida Eterna, y a no perder nuestra vida rechazándole y quedándonos encerrados en nuestro propio infierno.

 

Los mártires cristianos dan la propia vida en testimonio de su Fe; saben que de nada sirve al hombre conseguir lo que sea en esta tierra “si pierde su alma”. Y como acogen en su corazón el infinito Amor de Dios, llegan a perdonar a quienes les matan, aunque los que decretan su muerte rechacen su perdón.

El clamor de los mártires llega el Cielo. Por desgracia no siempre llega a los oídos de los Herodes de turno, de los legisladores que decretan su muerte; y firman la suya propia al cerrar su corazón al clamor de los Mártires.

Asia Bibi nos habla desde su cautiverio.

ernesto.julia@gmail.com

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