Señor, ¡Auméntame la Fe!

Fe
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No resisto la tentación de dar a conocer esta oración que he recibido hace unos días. La escribe un hombre de fe, padre de cinco hijos, cuidador amoroso de su mujer con Alzheimer, y profesional de merecido prestigio en su ciudad. Después de una larga conversación sobre situaciones actuales de la Iglesia y de la sociedad que vivimos, me envió unas letras acompañando esta oración:

“¡Señor, auméntame la Fe!

Cuando recibo noticias como las que me dio mi hijo de 16 años esta noche. El sacerdote de la parroquia donde se está preparando para recibir el sacramento de la Confirmación, le había dicho al catequista que no les hablara ni de la Trinidad, ni de la Divinidad de Cristo, ni de la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, ni de la vida eterna; que se limitara a insistir una y otra vez en que “Jesús era su amigo” y que fueran “solidarios”; así los jóvenes frecuentarían la iglesia.

¡Señor, auméntame la Fe

Me he conmovido, Señor, al participar en el bautizo de una criatura de síndrome Down. El padre abandonó la familia apenas vio a su hijo ya salido del vientre materno. Su madre, serena y tranquila estaba acompañada de la hermana del bautizando. Una niña de cinco años que todavía no había comenzado a hablar, se soltó la lengua en el momento del nacimiento de la criatura. La madre daba gracias a Dios porque había conseguido un muy buen trabajo en el mismo día del parto. Y hasta el mismo sacerdote se emocionó al dejar descender el agua sobre la cabeza de la criatura.

¡Señor, auméntame la Fe!

Y acompáñame siempre como me acompañaste ayer al leer la noticia de que un arzobispo quería bendecir la unión entre homosexuales; y acogerlos como una verdadera familia. Me acordé de Ti en el milagro de las bodas de Caná.  ¡Cambia, Jesús, el agua de esta sociedad desorientada por el vino de tu Luz redentora, y da le Fe a tus sacerdotes!

¡Señor, auméntame la Fe y la Esperanza!

Un compañero de universidad, hoy sacerdote, me invitó a una ceremonia única: el bautizo de catorce criaturas salvadas del aborto por grupos de voluntarios pro-vida. Los llantos de los catorce sonaron a mis oídos como en canto de los ángeles ante Ti, Señor. Las madres lloraban; y una mujer joven de apenas 25 años sentada a mi lado, lloraba desconsolada: ella no había bautizado a su hijo, abortado unos meses atrás.

 

¡Señor, auméntame la fe!

Y no permitas que la desesperanza llene las miserias de mi corazón cuando lleguen ante mis ojos noticias de las miserias en el seno de instituciones de tu Santa Iglesia. Y te pido perdón por una ex-política que está haciendo la tesis en una universidad pontificia romana y afirma que el “el bautismo de los niños viola los derechos humanos”; y en la Universidad llevan adelante una tesis semejante con una abanderada del aborto, del gaymonio y de la ordenación de mujeres.

¡Señor, auméntame la Fe, la Esperanza!

Y dame la fuerza de tu Espíritu para ser, a la vez, “ecuménico y proselitista”. Ecuménico porque rezo para que todos los que creemos en Ti nos unamos en la Iglesia que Tú fundaste. Proselitista porque quiero animar a los no bautizados en encuentre en mi camino, para que te busquen, te conozcan y, tratándote, descubran tu Amor, y sean bautizados.

¡Señor, auméntame la Fe, la Esperanza, la Caridad!

Ayúdame, Señor, a acompañar a Claudia en su enfermedad. Ya no me conoce, y tampoco a ninguno de nuestros hijos. Yo sí sé quién es ella, y la acompañaré contigo hasta el final. Que no huya, Señor, y que el llevar esta cruz de cada día, ¡tantas veces muy pesada!, abra mi corazón y el alma de mis hijos a la Luz de tu Resurrección, siguiendo el caminar de Tu Madre Santísima”.

¡Señor, auméntame la Fe, la Esperanza, la Caridad!”

ernesto.julia@gmail.com


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