¿Un despertar de la conciencia?

Las noticias no son, a veces, muy esperanzadoras. Y, sin embargo, la inteligencia humana guarda siempre una cierta capacidad para ver los primeros rayos de sol; después de la oscuridad de la noche; los primeros signos positivos después de referencias negativas abrumadoras.

Un diputado laborista y una diputada conservadora han presentado en el Parlamento inglés una propuesta de Ley para que las mujeres, que estén considerando la posibilidad de abortar, reciban una clara información de la realidad de lo que van a hacer y de las consecuencias que el hecho de abortar lleva consigo.

El informe que presentaron deja poco lugar a dudas: el aborto aumenta en un 34% el riesgo de padecer ansia; en un 37% el riesgo de sufrir depresión; en un 110% el riesgo de dependencia del alcohol, y en un 220% el deseo de tomar drogas. Y en último lugar, subraya el crecimiento en un 155% del riesgo de suicidio.

A pesar de haber sido rechazada, y aunque no proponía la abolición del aborto, detrás de la propuesta estaba el deseo de reducir el número de abortados en Inglaterra.

¿Se ha despertado la conciencia de algunos políticos?

En el Meeting de Rimini, Carlo Casini, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo ha lanzado un llamamiento a todos los hombres y mujeres abiertos a la vida, para que se movilicen y consigan millones de firmas entre los ciudadanos europeos.

¿Para qué tanta firma?

Para que en la Carta Europea de Derechos Fundamentales, como ya ha ocurrido en la de algunas naciones, se añada un reconocimiento explícito de que con la concepción de un ser humano comienza también su derecho a la vida. O sea, que el inicio de la vida vaya unido al reconocimiento del derecho a vivir de todo ser vivo.

El millón de firmas es lo que se necesita para pedir a la Comisión Jurídica del Parlamento Europeo una resolución vinculante. La petición será presentada por los Movimiento-Pro-Vida de toda Europa.

 

Otro verdadero despertar de la conciencia.

Y a muchos kilómetros de distancia, en un pueblo escondido entre montañas de Argentina, un canto a la vida se abre paso después de una acción miserable. Una joven de 23 años, retrasada mental, con un 80% de incapacidad total y permanente, ha dado a luz a una criatura, un bebé que ha pesado 3 kilos al abandonar el seno materno.

Violada, su embarazo se descubrió a los cinco meses. Desde el primer momento su familia ha aceptado a la criatura, "al bebé nunca le va a faltar nada", afirma la abuela que tiene que llevar adelante a sus siete hijos con muy pocos recursos. Y toda la comunidad de vecinos se ha volcado en ayudar a la madre y al hijo, con ropa y todo el apoyo necesario de afecto y cariño.

"El bebé, dice la noticia, ha generado un magnetismo particular. Todos los vecinos sonríen al verlo, todos quieren mimarlo, todos parecen agradecido de su presencia".

Quizá sea por contemplarlo en brazos de su madre, que sonríe siempre; y su sonrisa conmueve a todos. La madre amamanta al bebé, le cambia pañales y está pendiente de su respirar.

Atrás queda la maldad de la violación que, lógicamente, será penada. Atrás queda, también, el "retraso madurativo" de la madre, que no le ha impedido engendrar, dar vida a este bebé, un nuevo hijo de Dios, que ha llevado la alegría a todo un pueblo.

Un luminoso despertar de la conciencia.

Ernesto Juliá Díaz

ernesto.julia@gmail.com

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