Santos y difuntos, siempre

San Agustín de Hipona.
San Agustín de Hipona.

A toro pasado, el día uno, día de todos los santos, nuestros familiares, amigos, padres y nuestra llamada a la santidad sin llamar la atención; y el 2 los fieles difuntos, días de recuerdo, de oración, porque una lágrima se marchita, la flor también, la oración siempre a Dios.

Como dice San Agustín, la muerte no es nada malo., aunque duele.

No llores si me amas…

¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!

¡Si pudieras oir el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos!
¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes, los campos

eternos y los nuevos senderos que atravieso!

¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo, la belleza ante la cual

todas las bellezas palidecen!

¡Cómo! ¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras y no te
resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme; cuando la muerte venga a romper las ligaduras, como ha roto las
que a mí me encadenaban, y cuando un día, que Dios ha fijado y conoce, tu
alma venga a este Cielo en que te ha precedido la mía, ese día volverás a ver
a aquel que te amaba y que siempre te ama, y encontrarás tu corazón con

 

todas sus ternuras purificadas.

Volverás a verme, pero transfigurado, extático y feliz, no ya esperando la
muerte, sino avanzando contigo, que me llevarás de la mano por los
senderos nuevos de la luz y de la vida, bebiendo con embriaguez a los pies

de Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás.

Enjuga tu llanto y no llores si me amas… Lo que éramos el uno para el otro,
seguimos siéndolo. La muerte no es nada. No he hecho nada más que pasar

al otro lado. Yo sigo siendo yo. Tú sigues siendo tú.

Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo. Dame el nombre que
siempre me diste. Háblame como siempre me hablaste. No emplees un tono
distinto. No adoptes una expresión solemne, ni triste, sigue riendo de lo que

nos hacia reír juntos.

Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo. Que mi nombre se pronuncie en
casa como siempre lo fue, sin énfasis alguno, sin huella alguna de
sombra. La vida es lo que siempre fue: el hilo no se ha cortado, ¿Por qué
habría de estar yo fuera de tus pensamientos? ¿sólo porque estoy fuera de
tu vista? No estoy lejos… tan solo a la vuelta del camino.
Lo ves, todo está bien… Volverás a encontrar mi corazón, volverás a

encontrar su ternura acendrada.
Enjuga tus lágrimas y no llores si me amas.

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