Jesús sí, Iglesia no

Es un pensamiento típico y tópico. Si afirmas eso, ni crees en Cristo, ni en la Iglesia. Y no te asombres. Quienes asistieron al milagro de la resurrección de Lázaro, que ya olía muy mal, a unos les hizo creer, a otros a decidir matarlo ya.

En la Fe actúa la gracia, la razón y el libre asentimiento. Creo porque me fío de Dios, porque es muy real lo que me cuenta y lo que me propone, y Cristo, cabeza de la Iglesia, la quiso así: con colegio apostólico, con Papa, con sucesión apostólica. El peor ejemplo de la Iglesia, los católicos, el mejor ejemplo de la Iglesia, los católicos santos públicos y sobre todo los anónimos.

Algunos creen que saben mucho de la Iglesia y de Cristo porque se han leído el Código da Vinci. Un converso cercano me contó su experiencia; las preguntas que más me importan no me las contesta nadie: de donde vengo?, para qué y porqué estoy aquí?, a donde iré?, por qué el mal y el dolor y el sufrimiento. Jesús dijo que quien busca halla, pero hay que buscar. Mi amigo se tomó un mes; leyó a Platón, a Aristóteles, las confesiones de San Agustín, algunos documentos del Vaticano II, el nuevo testamento y en un momento determinado se empezó a ver a sí mismo y a los demás que le rodeaban de un modo nuevo, y pensó esto es verdad. Edith Stein, judía alemana, conversa, católica, profesora brillante de Filosofía, santa,  leyó en una noche de un tirón la vida de santa Teresa y se dijo: esto es verdad, punto.

Eres libre para buscar de verdad, para creer o no creer, pero no vivas de tópicos, de frases manidas, de posturitas de moda. Jesús se les apareció, soplo sobre ellos, el espíritu Santo es brisa, y les dijo, a quienes perdonaréis los pecados les serán perdonados.

Sí ya sé que esta barca, esta vieja, hace agua, ha tenido muchos fallos, que necesita purificarse continuamente, pero tiene el  gps  del mundo para saber vivir y morir, y la promesa de que el infierno no prevalecerá contra ella. "Quien a vosotros oye, a Mí me oye". Bendita sea mi Madre la Iglesia.

Josemaría Escrivá al rezar el credo en privado decía: creo en la Iglesia, a pesar de los pesares; alguien le preguntó que quería decir con eso, la respuesta inmediata: tus pecados y los míos. Antes de reformar la Iglesia, el mundo, empieza por reformarte a ti mismo.


 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato