Casarse y cohabitar

A vuela pluma se me ocurre de modo sencillo y breve la diferencia entre casarse y cohabitar.

Matrimonio: eres mi esposa, mi esposo. Eres alguien que merece mi donación total, incondicional, a ti y para siempre. Para mí, tu dignidad y mi compromiso contigo es un fin en sí mismo. No sólo te quiero, sino que me comprometo a quererte en lo bueno y en lo malo. Convierto lo que sería gratuito en deber de justicia y generosidad. Y personal y socialmente así quiero que sea.

Cohabitar: tu eres mi compañero, mi compañera. Comparto contigo algunas cosas. Eres muy importante para mí, a día de hoy, pero no me atrevo, no me decido, no me comprometo contigo definitivamente. En el fondo no estoy convencido, dispuesto a entregarme y recibirte a ti y para siempre y que así sea socialmente para formar una familia.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato