Sínodo de la Amazonia: quién quiere sacerdotes casados y el robo de estatuillas indígenas

El relator general, cardenal Claudio Hummes, presentó ayer el borrador del documento final

Estatuilla indígena robada de una parroquia cerca del Vaticano.
Estatuilla indígena robada de una parroquia cerca del Vaticano.

Con el Sínodo de la Amazonia, que comenzó el pasado 6 de octubre y terminará el próximo 27, el Papa Francisco quiere despertar la conciencia de toda la Iglesia sobre el destino de los pueblos indígenas, que viven bajo la amenaza de la extinción desde hace 500 años.

Del Sínodo, tres noticias han llamado la atención en estos últimos días. La primera es que se acaba de presentar el borrador del documento final. El relator General, Cardenal Claudio Hummes, arzobispo Emérito de Sào Paulo y presidente de la Red Eclesial Panamazónica (Repam), ha sido el encargado de presentar dicho documento en el Aula del Sínodo en el que estaban presentes 184 padres sinodales. 

El texto, que recoge los frutos de las intervenciones presentadas durante los trabajos, pasará ahora a los Círculos Menores para la elaboración de los "modos colectivos". El próximo sábado por la tarde, en la 16ª Congregación General, se votará el Documento Final.

Viri Probati o distribución del clero 

Una de las cuestiones más polémicas que se está debatiendo es acerca de los viri probati, es decir, ordenar a hombres casados de reconocida aceptación en las comunidades indígenas para que un buen número de indígenas puedan acceder a la Eucaristía. Algunos padres sinodales y obispos apoyan esta medida. 

Sin embargo, en la rueda de prensa de ayer del Sínodo, el cardenal Christoph Schönborn, de 74 años, arzobispo de Viena, apostó por los diaconados permanentes, tal y como existen en su diócesis (180 en total) y por una distribución más equitativa del clero. 

Colombia, es un ejemplo "tiene 1.200 sacerdotes en Estados Unidos, Canadá y España. Si al menos algunos de ellos pudieran trasladarse al Amazonas, serían de gran ayuda". Europa, en comparación con otros continentes -añadió el presidente de los obispos austriacos- tiene abundancia de sacerdotes, sobre todo porque, "hay que reconocerlo, el salario es mejor que en las zonas pobres". En resumen, para el cardenal, "toda América Latina, y de hecho toda la Iglesia Católica es corresponsable de la Amazonia".

En la misma línea, también se está reflexionando sobre si es posible nombrar diaconisas en la región amazónica. 

Ordenación de hombres casados 

Al respecto, ha sido muy interesante conocer la información vertida por la Santa Sede del pasado 18 de octubre, en la que se resume lo que han debatido los círculos menores: dos italianos, cuatro portugueses, cinco españoles y uno inglés y francés. 

Excepto cuatro grupos, la mayoría se decantan por la ordenación de hombres casados, aunque todos reconocen que el celibato en la Iglesia es un don y un tesoro (PO 16, OT 10). "Es parte de la novedad cristiana y también debe proponerse a las poblaciones amazónicas", señala el primer grupo italiano. 

 

"Escuchando y respetando las voces de la fase sinodal de consulta, acogemos con celo apostólico su deseo de celebrar la Sagrada Eucaristía de manera frecuente y posiblemente estable, como un derecho inalienable de los fieles laicos (CIC 213). Muchas iglesias en la Amazonía aún viven una fe basada únicamente en las Escrituras y la piedad popular. Necesitamos estudiar formas pastorales más efectivas de responder a este llamamiento insistente.

Algunos padres sinodales piden que en las comunidades cristianas con un camino consolidado de fe se ordene maduro, respetado y reconocido, preferiblemente indígena, soltero o con una familia estable y estable, a fin de garantizar los sacramentos que garanticen y sostengan la vida cristiana.

La Ley Canónica permite a la Santa Sede solicitar una dispensa del impedimento en el Sacramento de la Orden de un hombre legítimamente casado (CIC 1047 §2.3)", recuerda el grupo primero italiano. 

El robo de las estatuillas 

La tercera noticia de este Sínodo no ha estado exenta de estupefacción. En la madrugada de ayer lunes, unos desconocidos sustrajeron de la iglesia de Santa María en Traspontina las estatuillas de madera de las mujeres indígenas embarazadas utilizadas durante la ceremonia que tuvo lugar en los jardines vaticanos el 4 de octubre, en el marco del Sínodo sobre la Amazonía, en presencia del Papa Francisco y las tiraron al río Tíber.

El Prefecto del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Paolo Ruffini respondió así a un periodista: "Ya hemos repetido varias veces aquí, que esas estatuas representaban la vida, la fertilidad, la madre tierra. Me parece que este es un gesto, que contradice el espíritu de diálogo que siempre debe animar a todos. No sé qué más añadir al respecto, a parte de que fue un robo y que la actitud se explica con los mismos hechos".

Las estatuillas, para algunos, eran calificadas como paganas y consideraban que no era el lugar adecuado estar en una Iglesia. El vídeo muestra el momento de la sustracción y como las arrojan al Tiber. 

Cualquiera persona que quiera seguir el desarrollo del Sínodo de la Amazonia, puede acceder a la información a través de dos canales oficiales. El primero es la web del Sínodo, que está a cargo de la secretaria general del Sínodo de los Obispos. Y otra es la agencia del Vaticano, Vatican News.

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