Sacerdotes españoles en Honduras en la zona más afectada por el huracán ETA: “Lo han perdido todo, urge ayudarles”

Destacan la “catástrofe humanitaria que el desbordamiento de los ríos y las inundaciones han provocado en áreas densamente pobladas”

Rescate de un bebé en el valle de Sula (Honduras).
Rescate de un bebé en el valle de Sula (Honduras).

El párroco de Nuestra Señora de Monteolivete de Valencia, Reinaldo Bejarano, perteneciente a la congregación de la Misión de San Vicente de Paúl, conocidos como Padres Paúles, ha hecho un llamamiento urgente desde Honduras, donde le sorprendió el huracán ETA, para ayudar a los damnificados con los que él está también colaborando al no poder regresar a Valencia.

El sacerdote viajó a finales de octubre al país centroamericano para participar en una ordenación sacerdotal y allí permanece, sin poder volver por el momento, debido a las consecuencias del paso del huracán, tal como han confirmado desde el arzobispado a Religión Confidencial, a la vez que confirman que están en contacto telefónico con estos sacerdotes, “tras unos días angustiosos en que incluso era imposible establecer contacto”.

Evacuaciones, gritos de ayuda y angustia 

Según ha explicado Bejarano, “al tercer día de lluvias se iniciaron las evacuaciones y fue desgarrador ver a las personas sobre los techos de sus casas, la falta de lanchas para socorrer a tantos, los gritos de ayuda, la desesperación por encontrar a los familiares...”.

“Aquí ves a la gente con mucho dolor hablar de todo lo que han perdido, con miradas llenas de miedo, dudas e incertidumbre”, ha añadido.

Según han manifestado a Religión Confidencial hondureños residentes en España, “ha sido angustioso estar incomunicados en varias ocasiones con nuestra familia allá, y nuestra inquietud aumentó al ver vídeos que nos enviaron de las inundaciones y evacuaciones”.

Bejarano está colaborando en la ayuda a los damnificados en la parroquia San Vicente de Paúl, en la localidad hondureña de San Pedro Sula, regida por el sacerdote valenciano y misionero de los Padres Paúles José Vicente Nácher, en el departamento de Cortés, en la zona noroccidental de Honduras, la más afectada tras el paso del huracán.

Voluntarios organzando la ayuda

Eficaz ayuda de las parroquias

Las instalaciones de la propia parroquia se han convertido en un gran centro de acopio de todo tipo de alimentos de primera necesidad así como de comida ya elaborada. “Se han recibido grandes donaciones de ropa, de pañales para niños y adultos, colchones, sábanas, mantas, kits de higiene personal y agua potable”, ha explicado Bejarano.

Las donaciones son recibidas por los voluntarios que preparan bolsas y las llevan hasta los diferentes albergues que acogen a las víctimas del huracán. “Todo ello bien coordinado y cumpliendo con las medidas de protección que exige la Covid-19”, ha afirmado.

 

El sacerdote, natural de Costa Rica y párroco en Valencia, alaba la organización desde las parroquias de la zona y ha participado en las labores de ayuda recogiendo comida elaborada por diferentes restaurantes que han cerrado sus cocinas al público y las han abierto para ayudar a los damnificados.

Reinaldo Bejarano ha explicado que “lo mejor que he podido ver ha sido el rostro de las familias en los albergues al recibir las ayudas, he visto en sus miradas la calma, he oído y recibido sus bendiciones y sus lágrimas de agradecimiento”.

Ríos desbordados en zonas densamente pobladas

Al igual que le sucedió a Reinaldo Bejarano, el huracán también sorprendió en esta zona afectada a otro sacerdote y misionero valenciano de los Padres Paúles, Enrique Alagarda, párroco en Puerto Lempira, en la región hondureña de La Moskitia.

Alagarda se encontraba en San Pedro Sula “reponiéndose de una cirugía y estos días, hasta que pueda regresar a su parroquia cuando el aeropuerto esté operativo, está colaborando con las labores para organizar las ayudas en la parroquia regida por el también valenciano José Vicente Nácher, que además es el superior de la Región de Honduras de la Provincia San Vicente de Paúl España”, según Bejarano.

Tal como explica el propio Alagarda en la página web de la congregación de los Padres Paúles, el tifón ETA “recorrió casi todo el territorio hondureño con un nivel de precipitaciones, durante días, que no veíamos en el país desde el huracán Mitch, hace ya 20 años” y destaca “la dimensión de la catástrofe humanitaria que el desbordamiento de los ríos y las inundaciones de áreas densamente pobladas han provocado”.

Hay una “inundación de solidaridad”

“Frente a esta inundación de las aguas y de la desgracia se está produciendo también una inundación de solidaridad. Un claro ejemplo es el trabajo que se está realizando en la parroquia San Vicente de Paúl, en San Pedro Sula, donde donantes y voluntarios han estado distribuyendo 3.000 provisiones diarias desde el inicio de las inundaciones”, describe el misionero.

Sin embargo, en pocos días “los damnificados comenzarán a volver a sus hogares, donde la mayoría lo han perdido todo; por ello, nuestra solidaridad no debe terminar, debemos seguir haciendo efectiva nuestra caridad con el pueblo hondureño”, recuerda.

La congregación de los Padres Paúles en España ha habilitado la cuenta bancaria ES2201820913260018109808 (SWIFT BBVAESMMXXX) con el concepto “Huracán Honduras” para recoger donaciones de las personas que quieran colaborar.

Voluntarios organizando ayuda en la parroquia.

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