Un poco de pudor, por favor

El pudor es natural, sonrojarse también y tener un espacio de intimidad es muy sano. Hace  años leí un ensayo de Choza sobre el sentido del pudor y ahí hay más cera que la que parece que arde.

No entiendo como en programillas, ante millones de personas un tío o una tía cuenta que está colado por una secretaria,  que no es su novia. El consejo de la sexóloga de turno es que lo hable con su novia o que vaya al sexólogo.

Insisten en que no hacen ninguna valoración moral; pues éste y espectáculos peores, me parecen guarradas con mal gusto por espuertas, y además cobran.

El Catecismo de la Iglesia dice que lo peor del sexo despersonalizado es la mentira, aparentar que se ama sin amar, realizar actos desprovistos de su sentido verdadero. Por eso, el pudor es importante, no pacato y estúpido. Algunas mamás visten a sus hijas muy mal y lo único que van a pescar es un buen catarro.  Decir que no se hacen valoraciones morales es ya una valoración moral, que con ese cuento me excluye.

Grandes modistos y modistas clásicos han señalado  que la raíz de la elegancia es el pudor. Ahí hay terreno para evangelizar también.


 
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