El primer viaje internacional con la huella del 'efecto Francisco'

Además, el Papa Francisco recibió en el Palacio de 'São Joaquim', sede del Arzobispado de Río, a cinco jóvenes detenidos acompañados por algunos asistentes, se trató de la segunda vez que Bergoglio como Pontífice encuentra a jóvenes encarcelados y renueva su invitación a la esperanza y la alegría.

También, el Papa remarca el mensaje de la misericordia cuando visitó el hospital de 'São Francisco de Assis na Providencia' con capacidad para atender hasta 500 personas dependientes de alcohol y droga y que realizan su recuperación gratuitamente. En la línea de la misericordia, él mismo confesó a cinco peregrinos –tres mujeres y dos varones- en el parque 'Quinta da Boa Vista'.

En su encuentro con los líderes políticos y religiosos, Francisco llamó a la responsabilidad solidaria para construir el futuro y al diálogo constructivo para afrontar el presente "que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad: éste es el camino a seguir", aseguró.

Por otro lado, en el Viacrucis realizado en la playa de Copacabana, el Papa reflexionó sobre la cruz y el sufrimiento, y aseguró que la Cruz "invita también a dejarnos contagiar por el amor, enseña así a mirar siempre al otro con misericordia y amor, sobre todo a quien sufre, a quien tiene necesidad de ayuda, a quien espera una palabra, un gesto, y a salir de nosotros mismos para ir a su encuentro y tenderles la mano".

Asimismo, el primer Papa argentino reservó un breve espacio para encontrar a los más de 40.000 argentinos que viajaron para participar en la JMJ y les pidió en la Catedral Metropolitana de Río de Janeiro que "hicieran lío" porque la Iglesia "tiene que salir a la calle" y "no puede ser una ONG".

En otro momento, el primer Papa latinoamericano se encontró con los dirigentes de la Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe (CELAM) y regresó a Aparecida después de la V Conferencia General del CELAM de 2007. Así como también el obispo de Roma celebró la Misa con más de mil obispos del mundo presentes en la JMJ y almorzó con el episcopado brasileño, que es el más numeroso del mundo y goza de numerosas vocaciones pero que lucha contra la expansión de las sectas y le injusticia social.

A pesar de que Francisco no es políglota, leyó la mayoría de los discursos en portugués y muchas frases improvisadas las dijo en español con su particular acento argentino, el exarzobispo de Buenos Aires habló sobre todo de corazón a corazón y robó la atención de las multitudes presentes y de quienes lo siguieron a través de los medios de comunicación.

Esta primera visita apostólica internacional ha sido un éxito, a pesar de los graves fallos por parte del comité organizador que la opinión pública y los periodistas no olvidarán, como el haber arriesgado la seguridad del Papa a los pocos minutos de su llegada en el que el coche permaneció bloqueado por el tráfico y la euforia de la gente, mientras que Francisco viajaba en un coche común con la ventanilla abajo o la falta de una correcta preparación del 'Campus Fidei', donde se celebrarían los dos encuentros finales, que no pudo ser utilizado porque se llenó de lodo este cambio ocasionó que la sede tuviera la mitad de la capacidad prevista.