La lógica súplica del prior del Valle de los Caídos
Los medios de comunicación recibieron el miércoles un comunicado oficial del prior de la abadía del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, O.S.B., que decía lo siguiente:
“Ante la avalancha de consultas por parte de los diferentes medios de comunicación debido a las informaciones que se vienen publicando sobre esta Abadía y el conjunto del Valle de los Caídos, queremos recordarles que este lugar sagrado está reservado a la oración, el culto y el recogimiento, y esta es la vocación que hemos abrazado como monjes y que queremos mantener.
Por este motivo, desde esta Abadía no se ha hecho ni se hará ningún tipo de manifestación. Sentimos no poder atender el, por otro lado, legítimo derecho de información. En caso de que en algún momento esta Abadía entendiera oportuno romper su silencio, siempre utilizaría este medio para realizarlo.
Impetramos las bendiciones del cielo sobre ustedes y les encomendamos en nuestras oraciones.”
Parece lógico que el prior haya decidido reaccionar de esta manera, a la vista de las noticias que se han publicado en los últimos días sobre la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos y de la relación de los monjes con el dictador.
Se ha llegado a señalar a Cantera como uno de los más acérrimos defensores de que la tumba del general permanezca a toda costa en la basílica, tiñendo algunas informaciones de apuntes políticos a los que el monje es ajeno.
Las afirmaciones de Cantera se han dirigido a la preservación del Valle como espacio religioso, postura consecuente con la condición del prior. Pero la utilización de sus palabras como medio de agitación política y de división de la sociedad en dos bandos no ha debido gustarle, como es comprensible.
En la retirada de los restos de Franco del Valle de los Caídos concurren intereses políticos y religiosos, pero en la medida de lo posible, es deseable y necesario que los periodistas hagan las oportunas distinciones a la hora de informar respecto de este polémico asunto para que la Iglesia Católica no se vea envuelta en ámbitos que no le conciernen y de los que debe mantenerse al margen y actuar con prudencia. Como así lo ha decidido el prior.
Zenón de Elea.
