Los lefebvrianos, la unión con Roma y los enemigos de la Iglesia

Como adelantábamos, la vuelta de los lefebvrianos a Roma iba a ser un tema candente en el 2013. Y así ha sido. Pocos días después del inicio del año, monseñor Bernard Fellay, superior de los lefebvrianos ha hecho unas declaraciones en las que explica por qué aún no se ha llegado al esperado a cuerdo con Roma.

"¿Quién, durante este periodo, se ha opuesto principalmente al hecho de que la Iglesia reconociera a la Fraternidad San Pío X? Los enemigos de la Iglesia; los judíos, los masones y los modernistas...", así argumentaba el superior de los lefebvrianos, Bernar Fellay, que no se haya llegado a un acuerdo aún entre la Santa Sede y el grupo tradicionalista durante una conferencia en Canadá.

Después de estas fuertes declaraciones, los lefebvrianos tuvieron que matizar las palabras de su superior. Por eso enviaron un comunicado en el que indicaban que la palabra "enemigos" era "obviamente un concepto religioso y se refiere a cualquier grupo o secta religiosa que se oponga a la misión de la Iglesia católica y a sus esfuerzos para alcanzar su objetivo: la salvación de las almas" y sobre la alusión a los judíos como "enemigos de la Iglesia, en realidad hacía referencia a los líderes de las organizaciones judías, no al pueblo hebreo".

No es la primera vez que los lefebvrianos la emprenden contra los judíos. Desde las durísimas declaraciones de Richard Williamson, en las que negaba que el Holocausto hubiera existido y que le valieron su expulsión del grupo, al no retractarse nunca de ellas y por "haberse distanciado durante años de las autoridades y haber rechazado mostrar respeto y obediencia a sus superiores", según el comunicado oficial.

El portavoz del Vaticano, el sacerdote jesuíta Federico Lombardi aseguró que bajo ningún concepto los judíos son "enemigos" y que la Iglesia está profundamente comprometida con el diálogo interreligioso y por lo tanto es imposible realizar tal afirmación".

A pesar de que este grupo tradicionalista no es especialmente numeroso, unas 800 personas entre sacerdotes y religiosos y cerca de 100 mil seguidores en todo el mundo, Benedicto XVI tiene un especial interés en que vuelvan a la plena comunión con Roma. Es una espinita clavada, ya que fue uno de los temas en los que trabajó especialmente como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, antes de ser elegido Papa. Y que después de décadas de largas tratativas, en 2012 parecía cercano el fin. Sin embargo, nada cambió ya que los lefebvianos no aceptaron algunos puntos de la generosa propuesta que Roma les hacía para volver a la comunión plena.

Dejaron la puerta abierta al diálogo aunque los tradicionalistas parecen haberse reforzado precisamente en los puntos que les alejaban de Roma, a pesar de los esfuerzos que la Comission Ecclesia Dei, encargada del diálogo con los lefrebvrianos ha hecho desde hace más de diez años. Pero la paciencia tiene un límite y la actitud de este grupo frete a las propuestas del Vaticano siempre ha sido más que arrogante, de ahí que el mismo prefecto para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller calificara como "heréticas" algunas de las posturas que mantienen los tradicionalistas.

@blancaruizanton

 

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