La elección de Omella para presidir la Conferencia abre la puerta a que la Iglesia medie entre Gobierno e independentismo

Dos candidatos de última hora ganan peso: el arzobispo castrense, Juan del Río, y el de Bilbao, Mario Iceta

El Papa Francisco y Juan José Omella.
El Papa Francisco y Juan José Omella.

La votación del próximo martes por la mañana para la elección de Presidente de la Conferencia Episcopal Española estaría asegurada para el arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella, según se desprende de las últimas conversaciones mantenidas con varios obispos, cuyos nombres han pedido mantener en el anonimato.

De hecho, los promotores de los votos al cardenal Omella dan incluso por definitiva su elección, con comentarios como “está todo cerrado. No va a ver sorpresas”.

Hablan incluso de que es posible que superen el compromiso de voto de medio centenar de obispos españoles.

Los dudosos

Otros obispos, sin embargo, no ven claro por qué tanta insistencia en sostener que ha conseguido los votos, y no descartan que forme para de una estrategia de campaña para ganar a quienes puedan estar aún dudosos.

En la búsqueda de apoyos al cardenal de Barcelona se han utilizado argumentos como que la apuesta por Omella sería la candidatura “querida” por Roma.

Mediación de la Iglesia

También se ha manejado el argumento de que, su perfil dialogante y su talante extrovertido, le convertirían en el interlocutor más adecuado para negociar con el Gobierno y los  independentistas catalanes.

En este sentido, otras fuentes apuntan que lo que, desde algunos ámbitos, se está planteando con la candidatura del cardenal Omella es avalar que la Iglesia católica sea mediadora del diálogo entre el Gobierno socialista y los independentistas. Cuestión que ya se ha planteado en algunos despachos oficiales.

Un libro sobre Zaragoza

No obstante, en vísperas de la votación se ha producido un hecho nuevo. Los obispos españoles han recibido, por correo postal, el libro titulado “Complot de poder en la Iglesia española. Barco contra Omella. En defensa propia”, cuyo autor es Jacques Pintor, pseudónimo que responde a una persona conocedora a fondo del llamado “Zaragozagate” que llevó a la renuncia a la sede de Zaragoza de monseñor Manuel Ureña.

Sea verdad o no lo que se dice en ese libro, lo que no se ha aclarado aún es la causa, o las causas, por las que monseñor Manuel Ureña presentó su renuncia al Papa como arzobispo de Zaragoza.

 

En el citado libro también aparecen otros nombres de destacados eclesiásticos, tanto de España como de Roma.

Influencia en Omella

Jacques Pintor es autor de un blog en el que se están publicando documentos que forman parte de diversos procesos judiciales en los que se han visto envueltos el cardenal Omella y el jesuita P. Germán Arana.

El hecho de que Arana pueda tener una particular influencia en el próximo presidente de la Conferencia Episcopal Española inquieta a algunos obispos.

La otra sensibilidad

La aparente segura victoria del cardenal Omella estaría facilitada, además, por la división en las filas de la otra sensibilidad episcopal, que no parece ponerse de acuerdo aún en su candidato.

Inicialmente, este grupo habría apostado por el arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes. Pero la entrada en liza del cardenal Antonio Cañizares ha cambiado el mapa de los apoyos. La apuesta por Cañizares sigue siendo una incógnita: o se desinfla en la votación de sondeo, o es capaz de aglutinar el voto y, por tanto, convertirse en el próximo presidente.

Candidato inédito

La complejidad de la situación está haciendo que un grupo de obispos hayan decidido salir de este aparente bucle y hayan comenzado a apostar por un candidato inédito para la sociedad española, incluso para la Iglesia. Un candidato que encaje en el espíritu del pontificado actual del Papa Francisco.

Para este caso, una vez descartado por estatutos el obispo auxiliar de Valladolid, monseñor Luis Argüello, se barajan varios nombres. Uno de ellos, de la vieja guardia, el arzobispo castrense, monseñor Juan del Río. Y otro, que va ganando adeptos, el obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta, que aglutinaría votos de varias de las sensibilidades y tendencias entre los obispos.

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