Una buena compañía para el confinamiento

Francois-Xavier Bellamy, eurodiputado por el partido de Los Republicanos Franceses, reflexiona sobre transhumanismo, ideología de género y economía

Francois-Xavier Bellamy.
Francois-Xavier Bellamy.

Permanecer. Para escapar de la era del movimiento perpetuo.
Francois-Xavier Bellamy
Encuentro (2020)
207 pp.

Está claro que este tiempo de confinamiento nos ha permitido momentos de lucidez –algo que ya se verá, porque las intenciones se expresan en las acciones- sobre el movimiento, la dirección, la velocidad, en y de nuestra vida. De eso es de lo que precisamente habla este libro, del sentido del movimiento, del cambio, de la rapidez, del tiempo en el que vivimos, de nuestra historia.

Una reflexión oportuna también para la Iglesia, porque F-X Bellamy, aunque no aborda explícitamente esta cuestión, tiene alguna idea interesante que pudiera servir a los responsables de los destinos del día a día eclesial, que quizá le pudieran dedicar unas horas a esta propuesta sobre el significado del progreso.

Revolución científica 

Para explicar la modernidad, y la postmodernidad, que al fin y al cabo puede ser otra forma de denominar a la modernidad, hay que utilizar categorías que nos ayuden a desentrañar el sentido. Nuestro autor parte de la comprensión del movimiento a partir de los presocráticos, de Platón y Aristóteles, y de la nueva ciencia, Copérnico, Galileo, Giordano Bruno, Hobbes, Maquiavelo. Como vemos, el tránsito de la física a la política, por tanto, el salto metafísico.

Tengo que confesar que los capítulos iniciales ayudan sobre manera a entender el valor de la revolución científica en los orígenes de la modernidad, las aportaciones de esos hombres, algo más que científicos, a la hora de asentar las bases de nuestro mundo.

A partir de ahí la reflexión discurre por la aplicación de ese marco de comprensión del fenómeno del movimiento, del cambio por el cambio como valor normativo, a todas las realidades de la vida. De la vida material y de la vida en el espíritu, o espiritual, es decir, no física.

Progresismo 

El movimiento no es solo el movimiento. El movimiento es una forma mental que hay que relacionar con lo que significa el progreso y lo que implica definirse y ser progresista. “El progresismo –escribe F-X. Bellamy- no es una opción política, sino la neutralización de la política. No consiste en considerar que un progreso concreto es deseable, sino en considerar que todo movimiento es un
progreso, lo que nos es más que una tautología”.

Francois-Xavier-Bellamy es eurodiputado en el parlamento europeo por el partido de Los Republicanos franceses. Profesor de filosofía, además de dedicarse al asesoramiento en materias de política cultural, ha escrito unos de los libros más relevantes de crítica al sistema educativo en boga. “Los desheredados. Por qué es urgente transmitir la cultura”.

No nos equivoquemos. Bellamy no es un reaccionario de esos que hoy pululan por nuestro sistema cultural, mediático o incluso eclesial, ni un conservador a ultranza. Es un filósofo que se pregunta qué es lo que permanece en lo humano y qué es lo que cambia, qué es lo que debe permanecer, el bien y la justicia, y qué debe cambiar.

 

Lo mejor de este libro son sus reflexiones en el campo de la antropología, sobre cuestiones como el transhumanismo o la ideología de género. Pero, ciertamente, no son muchas en comparación quizá con las que dedica a la economía, la tecnología, el digitalismo... Quizá tengamos que esperar a un próximo libro de este autor, que todavía tiene darnos mucho sobre lo que pensar.

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