Rouco señala la injusticia del matrimonio homosexual y apunta al Gobierno
La Apertura de la 100º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal por parte del presidente, monseñor Rouco Varela, se ha focalizado en dos temas: el matrimonio homosexual y las enseñanzas sinodales. El prelado ha señalado con valentía que se trata de una injusticia para con los cónyuges ni para los hijos ni para los futuros esposos. La mención no deja títere con cabeza. Y la frase siguiente dispara directamente al poder político -es decir, al Gobierno- y judicial, aunque este poco puede hacer tras la decisión del TC. "Es urgente la reforma de nuestra legislación sobre el matrimonio". La pelota, en el tejado de los políticos.
Tampoco se ha olvidado del hoyo económico por el que pasa España. En voz baja, le ha pedido al Ejecutivo que ejerza con las familias desahuciadas de modo similar al que ha empleado con otras instituciones sociales. Y el discurso de Rouco admite que algunos recortes contribuyen a aumentar la preocupación ciudadana, remitiendo a Declaración recientemente publicada y llamada "Ante la crisis, solidaridad". En un orden más puramente eclesial, ha recogido las tres directrices de Benedicto XVI sobre los sectores a los que hay que evangelizar: niños y jóvenes, sobre todo catequéticamente; los que nunca han oído hablar de Cristo y los creyentes no practicantes, un sector que urge recuperar en nuestro país.
