El Papa anima a las parroquias a ser "islas de misericordia" en esta Cuaresma

El Papa advierte nuevamente sobre “la tentación real también para los cristianos” de la ‘globalización de la indiferencia’ y recuerda que la Cuaresma que comenzará el próximo 18 de febrero “es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente”.

El Pontífice insiste en que “Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede” pero alerta que “cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás… no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen”.

En esta línea, el Obispo de Roma exhorta al pueblo de Dios a oír en “el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan” y asegura que “la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad”.

Por un lado, el Papa asegura que la caridad de Dios”sólo se puede testimoniar lo que antes se ha experimentado” y recuerda el rito del lavatorio de los pies del Jueves Santo para recordar que “Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros. Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo”, asegura. Por este motivo, insiste en la importancia de escuchar la Palabra de Dios y recibir los sacramentos, en particular la Eucaristía.

Posteriormente, el Pontífice recuerda la comunión de los santos y la importancia de la relación de la Iglesia con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados, ya que “la Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres”.

Por último, se dirige a las personas creyentes para animarles a no saturarse con las “noticias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano” que provocan una “incapacidad para intervenir”. Ante esa impotencia, anima a “ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia”.

En esta óptica, el Papa exhorta “para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia” vivir este tiempo de Cuaresma “como un camino de formación del corazón”, como lo dijo el Papa emérito Benedicto XVI en la Encíclica Deus Caritas Est para tener un corazón misericordioso que “no significa tener un corazón débil… En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro”.

Como muestra de esta Caridad concreta que el Papa pide a la Iglesia, la presentación de este Mensaje del Papa en la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha sido realizado por representantes del Consejo Pontificio Cor Unum y de Caritas internationalis.

En concreto, el subsecretario de Cor Unum, el monseñor español Segundo Tejado Muñoz ha revelado que el centro de asistencia en Tacloban (Filipinas) inaugurado por el Papa Francisco durante su reciente viaje ha sido construido con presupuesto de Cor Unum y con una aportación relevante de Caritas España. 

Twitter: @mercedesdelat