María y Judas percibieron el mismo aroma: el buen olor de Cristo. Pero sus corazones eran muy distintos. Como ellos, también nosotros hemos recibido mucho amor de Jesús.
Jesús nos desata, como hizo con aquel borrico, para hacernos partícipes de su gloria, de su entrega sin condiciones. Este es nuestro destino, nuestra maravillosa aventura. Dios tenía un plan para ese borrico. Del mismo modo tiene un plan para cada uno de nosotros, un plan de libertad y gloria
Ahora que se acerca la Semana Santa podemos hacer un esfuerzo especial para escuchar con atención cómo las grandes historias, símbolos e imágenes de la historia de Israel tienen su cumplimiento en Jesucristo
También hoy Jesús presenta con claridad su identidad Divina, pero no en todas las personas encuentra acogida. ¿Está a gusto el Dios hecho hombre con nuestra piedad, nuestra caridad hacia el prójimo, con nuestro trabajo?
El Señor nos pregunta si nuestra vida es un mero cumplimiento del deber o si está llena de libertad y amor. Nuestro día a día ¿es de esclavos o de hijos?
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato