Satisfacción en la Conferencia Episcopal por las primeras medidas del Secretario General
El pasado 4 de diciembre, el recién nombrado Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Argüello, se reunió, por primera vez, con los directores de Secretariados y Comisiones Episcopales de la Conferencia Episcopal. Una reunión habitual de información y coordinación en los trabajos de la Casa de la Iglesia.
Varios asistentes a esa reunión han manifestado a Religión confidencial su satisfacción por las nuevas formas, el talante, del obispo Secretario General, que “tiene la virtud de escuchar cuando le hablas y hacerlo de forma atenta, sopesando tus ideas y valorando lo que es mejor para la Iglesia”.
Monseñor Luis Argüello, que aclaró trabajará en la sede de la calle Añastro de martes a jueves, en condiciones ordinarias, explicó, entre otros temas, la repercusión para el funcionamiento interno de la Conferencia de la aprobación del primer borrador de nuevos Estatutos, según lo dispuesto en la última Asamblea Plenaria.
Otras fuentes muestran su satisfacción por el hecho de que el obispo portavoz haya comenzado a dar peso público a la Iglesia y la haya empezado a sacar de una atonía paralizante.
Zenón de Elea.
