La salvación no está en el euro sino en Dios

"No es el oro ni las ideologías lo que salvan al mundo, sino dirigir la mirada al Dios viviente". Así se expresó el cardenal Antonio Cañizares en la celebración, en Ávila, de la fiesta de la Transverberación del corazón de Santa Teresa, fiesta que se celebraba este año coincidiendo con la presencia en la ciudad de una de sus reliquias y con el 450 aniversario de la fundación del convento de San José.

Según el último barómetro del CIS, correspondiente al mes de julio, el paro supera con creces a cualquier otra preocupación y es el principal de los problemas para el 78,6% de la población. El siguiente es la crisis económica, con un 46.5% de personas preocupadas por esta cuestión.

Tanto la percepción social como la transmitida por los medios de comunicación cifra todos los problemas en clave monetaria. Por eso, el cardenal Cañidzres avisaba en su homilía: "Muchos piensan que la única salvación está en el euro". Y esa no es la solución porque el euro, la riqueza económica, es cortoplacista. Su felicidad va y viene en función de las circunstancias.

Si algo bueno tiene la crisis económica es que ayudará a muchas de las personas que se habían sumado a la "especie de apostasía silenciosa" de la que habla Cañizares, a volver la mirada hacia el cielo para poner en él las últimas esperanzas. Lo demás, se nos dará por añadidura.

Zenón de Elea

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