El riesgo de la intoxicación

La aparición de carteles distribuidos a lo largo y ancho de Roma con la imagen de diversos cardenales (como el africano Turkson) que suenan como papables culmina una semana en la que elementos exteriores al Sacro Colegio tratan de jugar en favor de oscuros intereses, ajenos por completo al bien eclesial. La campaña en contra de la asistencia al cónclave del estadounidense Mahony o del italiano Calcagno o las teorías conspiratorias más variopintas forman parte de ese bloque. Lógicamente, el Vaticano advierte estos movimientos y ha pedido a los purpurados que contengan la lengua al hablar con la prensa.

Acostumbrados al democratismo para todo, determinados sectores no aceptan que la elección del Papa quede reservada a los cardenales menores de ochenta años y tratan de influir por todos los medios. Cuanto más se abstraigan los que entrarán en la Capila Sixtina para votar al nuevo Pontífice, mejor para ellos y mayor su libertad para escuchar y obedecer las inclinaciones del Espíritu Santo. En cuanto a los medios católicos, consejo sencillo: que la presión por obtener buenas piezas informativas no anteceda a la fe y al respeto a los tiempos de la Iglesia.

Zenón de Elea

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