El problema de las vocaciones

La comunidad de las Adoratrices de Girona ha cerrado una historia social y religiosa de 121 años en Tarragona. La falta de vocaciones ha provocado que la presencia de la comunidad sea inviable y que la dirección provincial optara por el cierre y el traslado de las religiosas. No obstante, la residencia de estudiantes, que han estado gestionando en los últimos años, continuará funcionando pero bajo la coordinación de la iniciativa privada. En estos últimos días, ha habido tres hermanas. La marcha de religiosas ha ido realizando en las últimas semanas. La comunidad estaba formada, en la última etapa, por ocho monjas que, desde julio, han comenzado a residir en los nuevos destinos: Valladolid, Alicante, Ávila y Bilbao.

Actualmente, las Adoratrices, una congregación nacida el 1856 en Madrid, vinculan cerca de un millar de religiosas con presencia en países de Europa, América, Asia y África.

No es el primer caso de este tipo que llega a nuestros oídos, la falta de vocaciones religiosas vacía algunos conventos. Para detener este proceso, es importante nuestra oración y abrir los oídos a los planes de Dios.

Zenón de Elea

 

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