El invierno árabe de los cristianos en Egipto

Nadie se atreve a rememorar aquel término ficticio producido en Occidente que denominaba "primavera árabe" al estallido de violencia que dio al traste con los regímenes autoritarios del Magreb.

Ya entonces, muchos medios de comunicación, entre ellos este, alertaban a través de las voces de los expertos de la difícil situación en que iban a quedar los cristianos con los nuevos gobiernos islamistas.

Ahora, en un sombrío y ya largo invierno árabe, la misma Plaza Takhir que fue sinónimo de libertad, vive una segunda acampada porque la libertad eligió a los radicales musulmanes para el Gobierno. Y los cristianos han pasado de ser una minoría de segunda pero protegida a ser una minoría ninguneada cuando no perseguida, sí posibilidad alguna de alcanzar el poder que dan las urnas para garantizar la libertad religiosa.

Por eso, muchos cristianos se han unido estos días a los musulmanes moderados y al Ejército para protestar por los desmanes de Mursi al que ya no acompaña, según algunas fuentes, ni su Gobierno. Es ese islamismo salvaje árabe el que mantiene en vilo a los cristianos egipcios.

Zenón de Elea