La decisión de Mahony o del Papa

La revista italiana Famiglia Cristiana, asociada a la Sociedad San Pablo y la Familia Paulina, ha impulsado una campaña para lograr que el cardenal arzobispo emérito de Los Ángeles, Roger Mahony, no acuda la cónclave. El prelado está implicado en encubrimiento de casos de pederastia, un hecho muy grave por el que ya está pagando. Su sucesor, monseñor José Horacio Gómez, le ha retirado de cualquier cargo y le ha solicitado que no hable en público. En cuanto al aspecto civil, la Archidiócesis ya alcanzó un acuerdo económico con las víctimas de los abusos que el purpurado protegió en la década de los ochenta.

Plantear que se le impida participar en la elección del próximo Pontífice cae en el absurdo. Solo hay una posibilidad de que ocurra: que Benedicto XVI lo disponga, porque el cardenalato es un cargo de confianza que otorga el Papa y que solo él en persona puede retirar. Y si no lo ha hecho hasta ahora, no parece que vaya a ocurrir en esta semana. Mahony cuenta 76 abriles y eso le concede voto. El derecho canónico posee unas reglas que, salvo reforma, deben cumplirse. El juicio de Dios sobre la conciencia de cada uno, ¿quién sino Él puede acometerlo?

Quedaría, eso sí, la posibilidad de que él mismo decidiera quedarse en casa y no acudir a Roma para votar al próximo Papa pero, en cualquier caso, no somos los hombres los que debamos valorar en qué estado de Gracia está cada cual.

Zenón de Elea

Vídeo del día

Abascal: “Hemos asistido a un bochorno internacional de consecuencias incalculables”