“Una voz crítica y razonable al servicio de la política digna y del bien común”
Las universidades jesuitas en España quieren una nación distinta en la que primen los valores morales en el espacio público. Y para plantar cara a la actual situación, se han puesto manos a la obra y han empezado por ellos mismos.
Tras reconocer que no siempre han estado a la altura de las circunstancias, se comprometen a convertirse en "una voz crítica y razonable, al servicio de la política digna y del bien común".
En el texto, piden una política que no esté al servicio de la economía pero se desmarcan de inmediato de cualquier postulado que suponga "el rechazo de la economía ni de sus actores" que son "fuente de creación de riqueza y de puestos de trabajo y el cauce para la producción de bienes y servicios".
Y ofrecen s granito de arena. Para empezar, no quieren moverse por criterios solo competitivos y su objetivo es contribuir al desarrollo de una formación humanista amplia y abierta, a la difusión de una verdad crítica, al diálogo social y a la promoción de la justicia".
Y es que la Iglesia, a través de millones de instituciones dedicadas a la enseñanza, consigue dar no solo una excelente formación académica, sino el tono moral que marca la vida entera de una nación, la voz crítica y razonable que se necesita.
Zenón de Elea
