El Vaticano quiere evitar gastos innecesarios

Uno de los primeros días de trabajo, el Papa Francisco llegó a las oficinas de la secretaria de Estado poco después de las ocho de la mañana. No había ningún monseñor ni ningún oficial. Tan sólo un bedel. Y estaban todas las luces encendidas. El Papa pregunto por qué estaban encendidas, y el bedel le contesto que «siempre se ha hecho así».

Francisco respondió que "con el dinero que se gasta de modo inútil se podría pagar el sueldo de un sacerdote", y fue apagando personalmente las luces innecesarias. El suceso circuló por la Curia vaticana como la pólvora, y ahora la gente empieza a darse cuentan de los derroches innecesarios, y a evitarlos.

Definitivamente, este nuevo papa esta decidido a dar un mensaje de austeridad, pobreza y humildad a todos los niveles, atendiendo al minimo detalle. Todo es importante.

Zenón de Elea

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