Querían abortar, no lo hicieron y son felices
Sorprendentes los resultados alcanzados por la revista New York Times Magazine en una encuesta en la que querían mostrar a las sociedad las graves consecuencias de tener un hijo no deseado. Resulta que al empezar la labor de investigación tuvieron que darle la vuelta a la noticia porque la realidad se impuso a la percepción que algunos tienen de esa realidad: el 95% de las mujeres vivía mucho más feliz que antes.
Lo cuenta la web LifeSiteNews, especializada en noticias relacionadas con la defensa de la vida. El artículo es fruto del trabajo de Joshua Lang y un grupo de estudiantes del Joint Medical Program de Berkeley, San Francisco. El objetivo era demostrar cuáles eran los efectos negativos derivados de seguir adelante con un embarazo no deseado.
Se topaban con respuestas como la de una madre que pensó en abortar a las 23 semanas: "Mi niño es más que mi mejor amigo, más que el amor de mi vida, es todo mi mundo".
En el cuestionario que habían elaborado para el trabajo de campo, los autores no rehusaron incluir algunas preguntas incómodas sobre cómo la llegada de un niño obliga a modificar hábitos y costumbres o incluso supone la pérdida de un trabajo y siempre, más estrechura económica. La primera mujer preguntada reconoció que así era, sin lugar a dudas. Pero todos esos condicionantes no cambiaban la perspectiva
En el afán de objetividad, introdujeron en el reportaje la historia de otra mujer que estaba convencida de que, solo por haber abortado, había conseguido el trabajo de sus sueños como operadora de maquinaria pesada en una fábrica por 15 dólares a la hora. La falacia llega aquí. Esa mujer que abortó no sabe que 15 euros a la hora en cualquier trabajo del mundo son incomparables con un bebé que cambia la vida y trae estrecheces económicas pero es "más que el amor de mi vida, es todo mi mundo".
Zenón de Elea
