Joven palestino transforma balas y proyectiles en arte

Paciente y metódico, Mohammad Zammer, acumula y clasifica decenas de restos bélicos, a cada uno de los cuales le asigna un color antes de pintarlos y escribir en sus dañadas corazas, que una vez albergaron metralla y pólvora mortal, mensajes que hablan de amor y paz.

"Coloreando estas armas destructivas y escribiendo estas reflexiones sobre la paz y el amor, lo único que pretendo es transformar la muerte en esperanza", explica a Efe el artista, de 32 años, del campo de refugiados de Al Bureij, en el centro de Gaza.

"La idea es que sirvan para difundir un mensaje, que los palestinos que viven en Gaza pueden transformar sus armas, que matan gente y destruyen viviendas, en piezas maravillosas", agrega mientras se mueve entre la chatarra.

"Mi objetivo es hacerle ver a los israelíes que nosotros también queremos la paz y la seguridad. Que somos gente pacífica, y quiero demostrárselo a través de mis palabras", subraya el artista, imbuido de cierta inocencia.

A su lado, un enorme resto de misil israelí replica sus intenciones: ahora reluce en vivos colores y en su panza, un verso del poeta palestino Mahmud Darwish recuerda que "en nuestra tierra, existen cosas que hacen que la vida merezca la pena ser vivida".

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