Igual la JMJ que el Orgullo Gay
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha asegurado que el tratamiento que se da a las fiestas del Orgullo Gay es el mismo que se da a eventos de otra índole, como las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), negando que haya disparidad de criterios para según qué tipo de celebraciones. Botella recalcó "Trabajamos y actuamos para todos". Por eso, el Ayuntamiento, según sus palabras, va a hacer todo lo posible para que todo transcurra de la mejor forma posible. No obstante, avisó a los organizadores de que esta fiesta del colectivo homosexual "tiene que ser ordenada y compatible con el descanso de los madrileños y con la ordenación del tráfico, así como no superar los valores límites de ruido.
No hay porqué tener contento a todo el mundo. Me resisto a pensar que la alcaldesa piense que realmente es igual de importante la celebración del Día del Orgullo Gay, una fiesta aberrante, apología de la perdida de Dios en la sociedad, que la visita de Benedicto XVI el pasado verano a Madrid para hablar al corazón de los jóvenes y al mundo durante la JMJ. Un evento que, por cierto, reunió a más de dos millones de personas en Cuatro Vientos y al que asistieron personas de toda nacionalidad y condición. Claramente no es lo mismo. Y no, no se merece los mismos honores. Pero tendremos que tragar un año más con todas las mentiras que nos cuenten y poner la otra mejilla. No más falacias, Botella. Hay mucho valor en un político que dice lo que piensa y no se rinde a la cínica demagogia.
Zenón de Elea
