La Iglesia, con los no nacidos y con sus madres

El pasado domingo tuvo lugar la inauguración y apertura de la casa de acogida de mujeres embarazadas de Carballo, en la diócesis de Santiago de Compostela. Las mujeres que se encuentren en dificultades sociales o económicas por motivos de su embarazo tendrán un lugar donde cobijarse y donde ser atendidas por voluntarios, por religiosas de las Fillas da Caridade y Cáritas.

El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, fue el encargado de inaugurar la Casa de Acollida para a Muller Fogar Dona Basilisa, que aún no está operativa porque faltan algunos detalles por concluir.

La buena noticia de la apertura de esta nueva casa se suma a la creciente red de apoyo a las mujeres embarazadas que, por alguna situación normalmente relacionada con la falta de recursos económicos, ha penado en abortar. El apoyo de la Iglesia a la mujer embarazada es incondicional.

La Iglesia es madre y comprende que es la soledad la que lleva a muchas mujeres a plantearse acabar con la vida de sus hijos. Por eso en cada vez más lugares nacen estos centros de acogida que representan ese espíritu de comunidad que nace del amor a Dios.

Zenón de Elea

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