Avatar, o el ecologismo como religión

La última cinta de James Cameron, Avatar, es sin duda, cinematográficamente espectacular, pero es a la vez una propuesta argumental simplista, que atiende al dogma oficial de Hollywood de la religión sin Dios y sin compromisos morales personales. Plantea el ecologismo como religión. Los buenos son los Na'vi, seres alternativos a los humanos, que son los malos en la película. Los Na'vi logran su felicidad a través del gnosticismo ecologista, que sólo pueden alcanzar unos pocos iniciados. Una fantasía más que rentabiliza la corriente ideológica de moda y que ha llegado a los cines en Navidad, la fecha en la que el cristianismo recuerda que Jesús ha nacido para salvar a todos y que su salvación está al alcance de todos.

Zenón de Elea

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