Asignatura pendiente: poner en la agenda de los medios la persecución religiosa

Unos 200 millones de cristianos no pueden ejercer su derecho a la libertad religiosa. Lo denunció ante la ONU, el pasado 21 de octubre, el observador permanente de la Santa Sede, Celestino Migliore. "No hay religión en el planeta que esté libre de la discriminación, dijo Migliore, pero se ha documentado que el cristiano es el grupo religioso mayormente discriminado". Está en juego, dijo, "la coexistencia pacífica". Se puede añadir que, en la necesaria lucha por la protección de los derechos humanos, los Gobiernos, las ONG y los medios de comunicación tienen pendiente implicarse de manera mucho más decidida por conseguir que la libertad religiosa sea una realidad en todo el mundo.

Zenón de Elea

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