Un 40% de niños y jóvenes españoles no sabe de qué va la religión
Si dijera que este porcentaje de escolares en España son "analfabetos" en materia religiosa ¿alguien se ofendería? La palabra analfabeto puede suponer un insulto según el contexto y cómo se exprese. Sin embargo, no es mi intención ofender. Lo que pretendo es alertar sobre un porcentaje preocupante. Insisto: un 40% de niños y adolescentes en España no conocen prácticamente nada de religión, independientemente de lo que cada uno crea. Esto supone una falta de cultura tremenda en esta materia.
La enseñanza religiosa, en diálogo con la cultura, es una oferta escolar necesaria para que los alumnos y alumnas conozcan las raíces cristianas de la civilización occidental y, en concreto, de la cultura española.
Esto es lo que se aprende en la asignatura de Religión, que NO ES CATEQUESIS; así lo dicen por activa y por pasiva los profesores de religión y la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura.
Esta Comisión ha hecho públicos los últimos datos sobre la asignatura de Religión: un 60,59% del alumnado elige la asignatura de Religión. Sin embargo, representa un leve descenso sobre el curso pasado. Estos resultados son la suma de datos de un total de 15.029 centros públicos, concertados y privados.
Por un lado, es un buen dato que en España la mayoría de alumnos estudia religión. Sin embargo, vuelvo a insistir en lo que me preocupa: un 40% de niños, niñas, chicos y chicas, son unos incultos en esta materia.
¿Cómo van a poder después debatir y reflexionar sobre el aspecto religioso, cuando el 90% de las personas en el mundo profesan algún tipo de religión? ¿Cómo van a conocer e interpretar la cultura cristiana en Europa y España?
No se trata de imponer una ideología, un pensamiento o una creencia. Se trata de cultura, cultura religiosa, algo inherente al ser humano.
Según los datos de la Comisión de obispos para la Educación y la Cultura, en los colegios públicos, el 52,72% de los alumnos elige esta asignatura en Primaria, y el 46,88% en la ESO.
Gran tarea les guarda a los profesores de Religión y a estos alumnos para animar a otros (animar....no hacer proselitismo, cuidado), invitar, sugerir al resto de compañeros que la educación religiosa no pretende engrosar la lista de creyentes, pues creer o no creer, tener fe o no, es una experiencia personal y profunda. La educación religiosa es estimulante, no es un rollazo, es interesante y hasta divertida. Te ayuda a comprender tu historia, tus raíces, te hace reflexionar, te da la oportunidad de conocer el mundo.
¡Ánimo pues! a todos los profesores de Religión en su tarea de enseñar de manera atractiva esta materia. Un buen programa de la asignatura y hacer clases interesantes, contagia.
Zenón de Elea.
