Rector del seminario de Munich permitiría ingreso de seminaristas abiertamente homosexuales, contradiciendo al Papa
No obstante, la web del Seminario San Juan Bautista dice que la vocación al sacerdocio "no es apto para personas débiles" y deben optar a la vida célibe
Ya lo dijo el Papa Francisco el pasado 28 de noviembre en la reunión que mantuvo con 80 obispos españoles: no dejar entrar homosexuales en los seminarios, como publicábamos en Religión Confidencial.
Sin embargo, el rector del seminario católico de Múnich, P. Wolfgang Lehner, ha insinuado en una entrevista que permite que hombres abiertamente homosexuales entren al seminario y sean consagrados como sacerdotes, en contra de las enseñanzas de la Iglesia Universal.
Sexualidad, parte de la personalidad
Cuando el periódico local Münchner Kirchenzeitung le preguntó cómo trata a los candidatos que son abiertamente homosexuales, el padre Wolfgang Lehner respondió: "No se trata sólo de preparar candidatos ideales para el ministerio sacerdotal ideal". “La sexualidad es siempre parte de la personalidad, un aspecto de ella”, afirmó, según recoge Lifesite News.
El rector del seminario explica: “Juzgamos y acompañamos a las personas como una persona integral. Por eso me resulta difícil decir: 'No, alguien no es apto en absoluto porque es homosexual' o 'alguien es apto porque es homosexual'. Cuando alguien viene a mí, se presenta y dice: 'Por cierto, soy homosexual', primero intento evaluarlo en el contexto del perfil general del solicitante”.
Personalidad coherente
El P. Wolfgang Lehner señala que sí se da cuenta de que "estoy ante una personalidad coherente que puede poner las cosas en perspectiva, alguien que tiene relaciones sanas con hombres y mujeres, que no tiene que abordar constantemente su orientación sexual, entonces no diría que a priori no se pueden consagrar, porque se trata de una complejidad mayor”.
A pesar de estas declaraciones, la web del Seminario San Juan Bautista de Munich, en su apartado "convertirse en sacerdote" dice: "la vocación causa miedo: Moisés no puede hablar y Jeremías se creía demasiado joven. Hoy la vocación sacerdotal trae consigo incertidumbres adicionales: ¿Qué es exactamente un sacerdote? ¿Quién es él, qué hace, cómo será su ministerio dentro de diez o veinte años? ¿Puedo adoptar el estilo de vida célibe de un sacerdote y justificarlo ante el mundo exterior? Las preguntas suelen ser más claras que las respuestas".
No apto para personas débiles
Y aclara: "Cualquiera que hoy se proponga seguir una vocación de sacerdote se embarca en una gran aventura. No apto para personajes débiles y malos nervios. El tiempo en el seminario ofrece una oportunidad para discernir y fortalecer la propia vocación: para aclarar si el camino conduce realmente al sacerdocio o a otro servicio en la iglesia o en el mundo".
En el libro entrevista que el hoy obispo español, monseñor Fernando Prado, claretiano, le hizo al Papa, publicado con el título “La fuerza de la vocación. La vida consagrada hoy”, el Papa Francisco señaló al respecto:
“Hemos de ser exigentes. En nuestras sociedades parece incluso que la homosexualidad está de moda y esta mentalidad, de alguna manera, también influye en la vida de la Iglesia… En la vida consagrada y en la vida sacerdotal, este tipo de afectos no tiene cabida. Por eso, la Iglesia recomienda que las personas con esta tendencia arraigada no sean aceptadas al ministerio ni a la vida consagrada. El ministerio o la vida consagrada no es su lugar. A los curas, religiosos y religiosas homosexuales, hay que urgirles a vivir íntegramente el celibato y, sobre todo, que sean exquisitamente responsables, procurando no escandalizar nunca ni a sus comunidades ni al santo pueblo fiel de Dios viviendo una doble vida. Es mejor que dejen el ministerio o su vida consagrada antes que vivir una doble vida".
