La Santa Sede considera que el turismo es “una invitación a abrirse a modos de pensar y de vivir diversos”

El turismo “constituye una invitación a no cerrarse en la propia cultura, sino a abrirse y confrontarse con modos de pensar y de vivir diversos”. Por eso, grupos terroristas de índole fundamentalista lo consideran “un peligro y un objetivo a destruir”, según el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes.

En un mensaje con ocasión de la Jornada Mundial del Turismo 2009, el dicasterio presidido por el arzobispo italiano Antonio Maria Vegliò considera que “el conocimiento mutuo ayudará a construir una sociedad más justa, solidaria y fraterna". Así mismo, el mensaje califica la diversidad como “un hecho positivo, un bien, y no una amenaza o un peligro”. Y es bueno que "las personas no sólo acepten la existencia de la cultura del otro, sino que también deseen enriquecerse gracias a ella".

El texto resalta una paradoja de la globalización: por un lado, “las culturas y las religiones se acercan cada vez más”, y “en el corazón de todas las culturas brota un auténtico deseo de paz”. Pero por otro lado “se constatan incomprensiones, existen prejuicios y malentendidos profundamente enraizados, que levantan barreras y alimentan divisiones. Es el miedo a lo diverso, a lo desconocido”.

Finalmente, el pontificio consejo considera necesario "trabajar por reemplazar la discriminación, la xenofobia y la intolerancia por la comprensión y la aceptación mutua".

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