El IOR llega a las Congregaciones Generales. La intensa preparación del cónclave augura un proceso rápido

Diferentes fuentes apuntan al miércoles por la tarde como el momento en el que, tras los primeros escrutinios de tanteo del martes, y los que sirvan para decantar el miércoles por la mañana, se conocerá el nombre del nuevo Papa. El número de temas tratados en las Congregaciones Generales y la cantidad de intervenciones de cardenales electores y mayores de 80 años indican que ya hay un perfil trazado de cuál es el Papa que necesita la Iglesia.

Mientras los medios de comunicación de todo el mundo se afanaban por dar sus quinielas de papables, los cardenales reunidos en Roma –desde el jueves pasado están todos los que habían anunciado su presencia- no han parado de trabajar en unos días previos al cónclave que resultan fundamentales para que las votaciones posteriores se lleven a cabo con pleno conocimiento de la situación en la que se encuentra la Iglesia.

Si bien es cierto que los cardenales no deben hablar de candidatos a la Sede de San Pedro durante esos días de congregaciones generales, sí van perfilando lo que podría definirse como el elenco de cualidades que beneficiarían al próximo Papa para la difícil tarea que se le encomienda.

Lo importante es que desde que se reunieron por primera vez el 4 de marzo hasta la mañana de ayer en la que tuvo lugar la última de las citas de cardenales, han tenido oportunidad de hablar de numerosos temas, algunos de ellos de suma actualidad, asuntos en los que el próximo Papa tendrá que poner la máxima atención.

Por ejemplo, ayer salió a relucir la cuestión del IOR, el banco vaticano. En el Pontificado de Benedicto XVI ya se han llevado a cabo importantes reformas para garantizar la transparencia de las cuentas, después de que la entidad financiera fuese considerada de poca confianza por las sospechas que se cernían sobre este banco. Pero al próximo Papa le queda mucho por hacer y, sea quien sea el elegido, ayer escuchó los problemas referentes a esta cuestión de boca de Bertone.

"El cardenal Tarcisio Bertone en calidad de Presidente del Comité de Vigilancia del IOR ha expuesto a los presentes la naturaleza de ese organismo y el proceso de adecuación a las normas de transparencia que sigue. Se completa así la información sobre la situación económica de la Santa Sede. Naturalmente, se ha hablado mucho sobre el perfil del Santo Padre y las esperanzas puestas en su figura", ha explicado el portavoz de la Santa Sede, el Padre Federico Lombardi, en su habitual resumen diario.

El diálogo interreligioso y la cultura contemporánea, la bioética, la justicia en el mundo, la colegialidad en el ámbito del gobierno de la Iglesia y la importancia del anuncio positivo del cristianismo, como un anuncio de amor y misericordia, el papel de la mujer en la Iglesia o el funcionamiento de la curia han sido otros de los temas tratados. Los cardenales han dispuesto de tiempo suficiente para conocer en profundidad que Papa necesita la Iglesia. Les queda escuchar qué Papa quiere el Espíritu Santo.

 

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