Marisa relata su Semana Santa de voluntariado en el Congo para comprobar “dónde va el dinero de las donaciones”

La Fundación Amigos de Monkole ha ayudado a más de 35.000 personas directa e indirectamente y cuenta con 11 proyectos solidarios

Marisa Reglero, voluntaria de la Fundación Amigos de Monkole.
Marisa relata su Semana Santa de voluntariado en el Congo para comprobar “dónde va el dinero de las donaciones”.
  1. "Vengo a ver el resultado de las donaciones" 
  2. Controles, calor, tráfico...
  3. Visita al hospital 
  4. "Mi dinero ayuda a mejorar vidas" 
  5. Loreta recoge niños huérfanos 
  6. Proyecto de Nutrición fe las misioneras de Cristo Jesús 
  7. Aumentar el nivel sociocultural 
Voluntarios de la Fundación Amigos de Monkole.
El grupo de voluntarios de la Fundación Amigos de Monkole que han ido esta Semana Santa al Congo. En la foto, con las misioneras de Cristo Jesús. 

Marisa Reglero, una madre del colegio Tajamar de Madrid, ha decidido esta Semana Santa, con otro grupo de voluntarios, pasar estos días de voluntariado en la República Democrática del Congo con la Fundación Amigos de Monkole. 

Escribe para Religión Confidencial su experiencia. 

"Vengo a ver el resultado de las donaciones" 

Me piden que escriba un relato de nuestro viaje a la República Democrática del Congo está  Semana Santa.

Cuando me preguntaban ¿pero qué vais a hacer en el Congo? Yo respondía: "ver". Ver el resultado de las donaciones y a donde va a parar ese dinero. Este era uno de mis objetivos. 

Así que aquí va el resultado de mi experiencia. 

Partimos de Madrid el día 31 de marzo, ocho voluntarios más nuestro líder Enrique Barrio Presidente de la Fundación Amigos de Monkole" y otro noveno voluntario que se nos unió en París. En total 10 aventureros con mucha ilusión y con el objetivo de ver todos los proyectos que lidera la Fundación en Kinshasa. Yo he venido sola. También hay una enfermera que viene sola. Un padre con sus 2 hijas de 17 y 14 años de Huelva, un joven ingeniero de teleco que trabaja en Munich y un matrimonio joven. 

Sorteamos con fortuna la huelga general francesa y llegamos sin menor problema 12 horas después a nuestro destino.

Controles, calor, tráfico...

Primer impacto el aeropuerto a las 21.00h. controles y más controles hasta que consigues salir siempre acompañados por una persona enviada para ayudarnos en los trámites.

Primera misión completada y golpe de calor tropical.

 

Hasta ahí más o menos lo esperado pero la aventura comienza con el tráfico y la noche en Kinshasa, gente por todos los sitios, motos con 3 y 4 personas, furgonetas de hace 40 años, etc...

La ley del más fuerte pero nuestros expertos conductores demuestran su pericia al volante para abrirse paso entre el caos y llevarnos sanos y salvos a Monkole, el que será centro de operaciones de nuestra estancia en Kinshasa.

Visita al hospital 

Después de un sueño y un desayuno reparadores y con las pilas cargadas (porque nos harán falta) visitamos el hospital.

Uno se queda sin palabras cuando ve que entra en un centro, limpio, cuidado, de calidad, y se puede pensar de primeras esto es para ricos y gente pudiente que se lo pueda permitir, aunque bien sabemos nosotros la labor social y asistencial que desarrollan gracias al trabajo denodado de Cecfor, la Fundación que sostiene económicamente el hospital y demás proyectos, con la ayuda de Amigos de Monkole.

Hospital de referencia en la zona y con tres dispensarios en barrios cercanos da cobertura sanitaria a todo tipo de pacientes, pero descubres que gracias a las donaciones que insistentemente pedimos, este año han ayudado a madres sin recursos a traer a sus hijos al mundo cuidadas y atendidas ( Proyecto Forfait Mamá), operaciones y prótesis de cadera para mejorar la calidad de vida con pacientes de Depranocitosis ( no conocía la enfermedad hasta llegar al Congo, los pacientes viven con dolor permanente y la esperanza de vida es corta), respiradores nuevos para la UCI de neonatos, etc.

"Mi dinero ayuda a mejorar vidas" 

Es entonces cuando piensas: mi dinero ayuda a mejorar vidas.

Y aquí no se queda la cosa. Al día siguiente vamos a Kimbondo donde está uno de esos dispensarios y una escuela de hostelería enfocada a capacitar a los jóvenes sobre todo chicas para darles una formación que les sirva para encontrar trabajo y salir adelante.

Y una planta de tratamiento de semillas pionera por estos lares que estudia las cosechas para sacar el mayor rendimiento y dar trabajo a mujeres agricultoras para que desarrollen su propio negocio.

Pero si el día no podía estar más cargado vamos a la escuela de enfermería "Issi" donde forman a futuras enfermeras congolesas a las que ayuda con becas la Fundación. 

Y vuelvo a pensar: madre mía con mi pequeña aportación lo que se puede hacer.

Loreta recoge niños huérfanos 

Al día siguiente conocemos a Loreta una señora que por azares de la vida ha recogido niños huérfanos evitando que se convirtieran en '"los niños de la calle" ( bandas de chavales con no muy buenas intenciones)

Tiene en marcha la construcción de un orfanato para 20 niños donde poderles dar un techo y calor de familia, y vamos a ayudarla a hacerlo realidad (a estas alturas ya he podido comprobar donde se gasta el dinero),  pero nuestra sorpresa aumenta cuando conocemos a Ana Gutiérrez, Hermana del Sagrado Corazón, que de la nada y con mucho esfuerzo ha montado un colegio de primaria para escolarizar a niños del barrio, otro momento de pelos de punta. Allí la Fundación ha donado libros con los que han ayudado a reforzar la biblioteca.

Proyecto de Nutrición fe las misioneras de Cristo Jesús 

Ahora bien para mi el más impactante hasta ahora ha sido el Proyecto de Nutrición que lideran Pola y Teresa (Misioneras de Cristo Jesús)

Todos los miércoles en Kiwenza atienden entre 60-70 madres que acuden a los aledaños de la parroquia de Santa María, para pesar a sus hijos. Con paciencia y amor van pasando por el peso bebé a bebé, midiéndoles el brazo con una tira de color y dependiendo lo que  mida detectan si hay malnutrición, y ahí mismo les reparten una harina que preparan ellas a base de arroz y soja para darles proteína, y que las mamás tienen que preparar en una papilla.

También la Fundación les ayuda con financiación para que puedan seguir llevando a cabo esta labor. 

Momento del peso a los bebés.
Momento del peso a los bebés.

Aumentar el nivel sociocultural 

Mucha información que procesar, nuevos proyectos apasionantes  para poner en marcha en los próximos años, que pueden ayudar a que el país de un salto hacia el futuro con madres y bebés mejor atendidas, con jóvenes con una formación que les permita trabajar y profesionales docentes que hagan que el nivel sociocultural del país vaya en aumento. 

Me quedo con la idea de que nuestra ayuda hará que esos objetivos puedan llegar a ser realidad en un futuro no tan lejano y que dentro de unos años pueda volver a seguir comprobando donde van a parar las donaciones que insistentemente pedimos.

La Fundación Amigos de Monkole ha ayudado a más de 35.000 personas directa e indirectamente. En 2022 cuenta con más de 11 proyectos solidarios.

Merece la pena.

Domingo de Ramos en el orfanato de Mamakoko.
Domingo de Ramos en el orfanato de Mamakoko.

 

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