Un grupo privado sin ánimo de lucro

Nueve hospitales católicos trabajan en la Comunidad de Madrid

Pertenecientes a órdenes religiosas, se rigen por el profundo respeto a la vida humana y el trato personalizado del paciente, tanto médica como espiritualmente

Patio del Hospital Beata María, perteneciente a las Hermanas Hospitalarias.
Patio del Hospital Beata María, perteneciente a las Hermanas Hospitalarias.

Los hospitales católicos de Madrid cobran protagonismo estos días por los valores que constituyen la esencia de su razón de ser: profundo respecto a la vida humana y un trato personalizado del paciente. Este grupo está integrado por nueve centros pertenecientes a órdenes religiosas.

Algunos de estos centros, como el Hospital de la VOT, perteneciente a la Venerable Orden Tercera de San Francisco, es el centro más antiguo de Madrid en cuanto a su funcionamiento. Se ha celebrado el III Centenario de su Fundación.

Otros ocho centros pertenecen a este primer grupo hospitalario privado sin ánimo de lucro. “El grupo Hospitales Católicos de Madrid (HCM) aporta el valor diferencial de los principios católicos que rigen el funcionamiento de estos centros”, apuntan desde el departamento de comunicación de este grupo a Religión Confidencial.

Estos principios son el enfoque integral del paciente como persona, con sus necesidades médicas y personales, trato personalizado considerando al paciente como individuo único, espíritu de servicio y entrega al cuidado del enfermo, compromiso con el restablecimiento de la salud, con un profundo respeto a la vida y un trato humano hacia los  pacientes.

Estos hospitales cuentan asimismo, con un servicio de atención espiritual y religiosa. “La Pastoral de Salud de nuestros centros la llevan religiosos, voluntarios y profesionales de las instituciones religiosas a las que pertenecen. Sus funciones son visitar y acompañar en la enfermedad, cualesquiera que sean sus creencias o valores, oración con los pacientes y sus familias que lo soliciten, celebración de los sacramentos,  de la enfermedad y además, se apoya para contactar con ministros de otras confesiones”, explican desde el departamento de comunicación

Los beneficios, a obras sociales

Estos centros no tienen ánimo de lucro, aunque tampoco de ruina. Buena parte de los  beneficios se reinvierten en obras sociales.

“Con el espíritu de prestar asistencia humana y espiritual a las personas más necesitadas, los hospitales católicos, a través de las instituciones religiosas a las que pertenecen, llevan a cabo una activa labor de atención a las personas mayores, a la infancia y a las personas en riesgo de exclusión social, dando asistencia sanitaria”, señalan las mismas fuentes.  Se atienden también a personas con discapacidad.  

Contra el Ébola

Otros programas sociales se desarrollan en países con menos recursos, como por ejemplo, el programa de ayuda contra el Ébola en Guinea Ecuatorial, país que por ahora, no se ha visto afectado por esta enfermedad. El proyecto incluye la preparación del personal en este país.

El Centro de salud María Ràfols de Bata (Guinea Ecuatorial), dirigido y gestionado por las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, ha sido pionero en la zona en referencia a las actividades relacionadas con el virus Ébola. Este es un proyecto de la institución católica Hermanas Hospitalarias, congregación a la que pertenece el Hospital Beata María de Madrid.

 

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