De fiscal del Vaticano a obispo de Malta

Junto con Benedicto XVI llevó a cabo la línea de tolerancia cero en los casos de abusos sexuales ahora deja el Vaticano y vuelve como obispo auxiliar a su Malta natal.

La noticia saltó un día antes de que tuviera lugar el nombramiento por parte del Papa. Fue Andrea Tornielli quien dijo que monseñor Charles Scicluna dejaría el Vaticano tras más de diez años de servicio al Papa y volvería a Malta para ser obispo auxiliar de La Valletta. Y así fue, 24 horas después entre las habituales renuncias y nombramientos estaba el de Scicluna.

Se trata de un nombramiento poco esperado, casi sorprendente. Ya que pocos se esperaban que el que fue promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe fuera apartado de la Curia Romana. Pero lo que podría verse como un ajuste de cuentas y una lucha de poder –ya estamos cansados de esas historias- este nombramiento también puede responder a un sencillo reconocimiento y agracecer con un poco de paz y tranquilidad el trabajo de quien puso orden con mano de hierro y comenzó la limpieza y la intransigencia en los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.

Y es que los diez años de Scicluna en el Vaticano han sido más que fructíferos; han servido para llevar a cabo la política de Benedicto XVI de "tolerancia cero" hacia los abusos sexuales. Y sobre todo, durante esos años de duro trabajo junto al Papa, ambos llevaron a cabo el cambio más importante dentro de la Iglesia: el cambio de mentalidad en el que las víctimas y su dolor son lo primero.

Ahora monseñor Scicluna vuelve a su casa, a ser pastor de su gente. Un oasis de tranquilidad en su Malta natal.

 

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