La crisis deja a la libertad religiosa sin uno de sus defensores
La comisión estadounidense sobre la libertad religiosa internacional cierra sus puertas. Este órgano independiente que denuncia cada año las violaciones contra la libertad religiosa en el mundo dejará de funcionar por falta de fondos.
El Congreso de los Estados Unidos creó esta comisión en 1998. La USCIRF es un órgano bipartisan, que estudia la situación de la libertad religiosa en el mundo y ofrece recomendaciones en este apartado al Presidente, al Secretario de Estado y al Congreso.
La USCIRF presenta cada año, en marzo, un informe de unas 400 páginas que analiza en que medida cada país del mundo respeta este derecho fundamental del hombre. El informe del 2011 destaca que los cristianos son el grupo religioso más perseguido ya que sufren algún tipo de restricción en 130 países, 117 de los cuales son de mayoría musulmana. También destaca como los ebreos no gozan de una completa libertad religiosa en 75 países y los budistas en 16.
El informe se centra en los países que cometen graves y sistemáticas violaciones de este derecho del hombre. La lista del 2011 incluye a Myanmar, Corea del Norte, Egipto, Eritrea, Irán, Irak, Nigeria, Pakistán, China, Arabia Saudita, Sudán, Turkmenistán, Uzbekistán y Vietnam.
Benedicto XVI y la Secretaria de Estado del Vaticano han hecho muchas declaraciones este año pidiendo a gobiernos y organismos de todo el mundo que se respete el derecho de la libertad religiosa, sin importar de que credo se trate, porque es un derecho fundamental que hace referencia a la constitución misma del hombre.
La Iglesia católica cuanta con su propio estudio sobre libertad religiosa que muestra la situación que viven los católicos en cada país del mundo. Lo publica cada año la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada que en estos días ha sido declarada por el Papa fundación de derecho pontificio.
