La ayuda de la Iglesia vasca al proceso de paz

El vicario general de la Diócesis de Bilbao, Ángel María Unzueta, ha dicho en Deia, sobre el proceso de paz que vive el País Vasco, que no es justo "poner el contador a cero" y que la reconciliación no se compagina con "la amnesia". Según él, la Iglesia vasca ya no le toca el papel "protagonista" que tenía antaño, aunque considera que todavía tiene cierta responsabilidad a la hora de "desatascar" algunas cuestiones.

Unzueta ha añadido que "queda aún un trecho notable para el reconocimiento común del mal causado injustamente, para la flexibilización de la política penitenciaria, para la aceptación de legítimos posicionamientos plurales en los colectivos afectados más directamente en un proceso de paz de largo alcance, es decir, para la reconciliación.

Hay que ganar en confianza para afianzar la situación". Parece claro que la Iglesia vasca no debe ejercer de mediadora en el proceso, pero sí estar sensibilizada para ayudar a crear un clima de comprensión y fraternidad. De modo que las profundas heridas y víctimas que ha ido dejando el conflicto sean sanadas sin rencor, en un ambiente de perdón. Aunque con las matizaciones indicadas al principio.

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